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CAPÍTULO VIII

SITUACIÓN ECONÓMICA, SOCIAL Y CULTURA
ASPECTOS GENERALES

 

A.     Situación Económica

 

Suriname, en comparación con otros países de la región, ha disfrutado de un bienestar relativo durante el período después de la Segunda Guerra Mundial. Esto es evidente aun para el eventual visitante. El tamaño y la calidad de la mayor parte de las viviendas, el número de automóviles, camionetas, motocicletas y camiones. Todo ello atestigua la energía económica de este pueblo. De modo que cuando Suriname obtuvo su independencia en 1975, ya disfrutaba de un alto nivel de desarrollo. El producto nacional bruto per capita en 1983 fue de $3,382.00.1

No obstante, la prosperidad en Suriname es frágil. Ello se debe en gran parte a la excesiva dependencia de un recurso natural –-la bauxita (y en menor grado el aluminio)—y de una industria, la minería y el procesamiento de estos minerales.

En los últimos años los bajos precios mundiales de la bauxita y sus derivados han tenido un impacto tremendo en la economía de Suriname. A esto debe añadirse la fuerte competencia extranjera especialmente de los países productores, donde la bauxita es considerablemente más fácil de explotar. Sin embargo, a pesar de estos problemas la industria de la bauxita emplea a 7.000 trabajadores y proporciona más del 80 por ciento de las divisas del país.

Para mejorar la comprensión de la realidad económica de Suriname, la misión especial de la CIDH visitó las plantas de aluminio llamadas Suralco y Billiton donde entrevistó tanto al personal administrativo como a los trabajadores.

La situación económica es ya muy difícil, pero los errores humanos han complicado los problemas. En 1982, luego de los asesinatos de 15 ciudadanos, el Gobierno de los Países Bajos suspendió un contrato de ayuda que había estado en vigor desde la independencia y que le aseguraba al país 110 millones de dólares por año durante 15 años –cerca del 50 por ciento del presupuesto nacional. Al mismo tiempo, el gobierno de los Estados Unidos suspendió la asistencia economía por valor de 1.5 millones de dólares por año.2

La mala situación de la industria de la bauxita y la supresión de la ayuda externa han hecho que el Gobierno haya tenido que ajustar su programa económico nacional. El propio plan de desarrollo del gobierno para 1982-85 en su mayor parte no ha sido cumplido debido a la falta de reservas en moneda fuerte.

La tasa de desempleo se estimó en un 17 por ciento en 1980 y un 15 por ciento en 1982. No se dispone de las cifras de 1985, pero debido a la limitación de las importaciones, al cierre de algunos negocios, a la falta de divisas y a la deprimida industria, se puede suponer razonablemente que esta cifra actualmente es mucho más elevada, además del hecho que los empleados públicos gubernamentales ascienden al 42 por ciento de la fuerza laboral.3 La misma generalización puede hacerse con respecto al fenómeno del subempleo.

 

B. Situación Social

La población de Suriname es una rica mezcla de razas y personas de diferentes orígenes étnicos. Se estima que hay alrededor de 350.000 surinameses en el país y entre 150 y 200 mil viven en el extranjero, especialmente en Holanda. Aproximadamente el 31 por ciento de la población es "creole", o sea de extracción predominantemente africana; el 15 por ciento son indonesios javaneses; el 2 por ciento chinos; el 10 por ciento "Bush Negroes" llamados también "Maroons". Este último grupo desciende de esclavos escapados. Alrededor de 5.000 surinameses son Amerindios representando el 3 por ciento de la población. Por último, Suriname tiene una pequeña comunidad judía.

Las religiones que se practican en Suriname incluyen los principales credos cristianos, siendo las más numerosas la católica, la Iglesia Reformista Holandesa, y la Morava. También son extensamente practicados el Hinduismo, el Islamismo, el Judaísmo, el Confucionismo y el Animismo.

En general estos diferentes grupos raciales, étnicos y religiosos han convivido pacíficamente entre sí. Por ejemplo, uno se sorprende de ver un hermoso minarete musulmán al lado de una elegante sinagoga antigua en el centro de Paramaribo.

No obstante, como la Comisión lo indicara en su primer informe sobre Suriname, los partidos políticos anteriores a 1980 en su mayoría se centraban alrededor de las líneas étnicas raciales más que en las creencias políticas. Esto demostró ser el origen de la gran frustración política nacional.

Hay dos grupos que han sido algo abandonados en el examen de los derechos humanos de ese país: los "Bush Negroes" y los Amerindios.

Los "Bush Negroes" pertenecen a seis tribus, la mayor son los Djukas y los Saramakas, que ascienden alrededor de 20.000 personas cada una. Las otras tribus son los Patawai, Aluku, Paramaka y Kwinti, ascendiendo a unos 10.000 en total.

La misión visitó el pueblo Maroon de Drietabbeje habitado por los Djukas. Los Saramakas son los más perjudicados ya que una gran parte de sus tierras se inundaron en 1965 cuando el Gobierno, junto con la Alcoa Aluminun Co., Construyó una gran represa y planta hidroeléctrica en el Río Saramaka, obligando a 6.000 Saramakas a reinstalarse. Muchos de éstos se han mudado a la costa, especialmente a Paramaribo.4

Los Amerindios de Suriname descienden de los habitantes originarios del área, son más de 10.000 y pertenecen a 13 grupos tribales. Las dos tribus más numerosas son los Caribs (43%) y los Arawaks (39%). Las tribus restantes más pequeñas son la Waiyana, Trio, Wayarikule, Wama y Akuliyo.5 Durante su reciente investigación in situ la misión especial de la CIDH visitó el pueblo de Trio de Tepoe.

Se estima que el 85 por ciento de la población de Suriname vive dentro de las 25 millas de Paramaribo.6 La gran mayoría de la población habita cerca de la costa del Océano Atlántico.

 

C.    Situación Cultural

La identidad cultural de los diferentes subgrupos de la población surinamesa está orgullosamente preservada y en general es respetada por los integrantes de los diferentes grupos. Abundan las iglesias, los templos, las mezquitas, los clubes, organizaciones sociales y restaurantes étnicos, lo que es testimonio de la diversidad de este pueblo. También es evidente una integración considerable. Los casamientos entre los diferentes grupos sociales son corrientes, así como la conversión de los orientales a las sectas cristianas. Se está llevando a cabo la asimilación de algunos "Maroons" y en menor grado la de algunos Amerindiios, provocada en gran medida por las difíciles condiciones que se viven en el interior y los atractivos económicos y las oportunidades que ofrecen las ciudades de la costa.

El holandés es el idioma oficial. Además se habla casi universalmente un patois llamado el "talkie-talkie". Corrientemente se habla y se enseña el inglés en todas las escuelas públicas. Además los diferentes grupos étnicos que se han mencionado han preservado sus respectivas lenguas.

 

D. Situación Educacional

Las escuelas primarias proveen la educación obligatoria a los estudiantes de Suriname. La instrucción pública es gratuita hasta el nivel de capacitación universitaria. Otras discusiones en materia de educación pueden verse en el Capítulo VII que trata sobre la libertad de expresión.

La alfabetización de adultos en Suriname se estima en un 65 por ciento, un 78.8 por ciento o un 811.2 por ciento.7

En 1984 el Gobierno comenzó un programa de alfabetización para niños y adultos llamado el Alfa 84. Este empeño ha provocado considerables críticas fundamentadas en que el contenido del programa es altamente ideológico.

En parte la educación de los Maroons y Amerindios es suministrada por los Moravos y la Iglesia Holandesa Reformista y otras religiones misioneras en cooperación con el Gobierno.

 

E. Salud y Bienestar Social 

Suriname, siguiendo el modelo holandés heredado de la época colonial ha elaborado un sistema estatal de salud pública y bienestar social. Este incluye hospitales, clínicas, hogares para ancianos, para enfermos y programas para niños, etc.

A continuación de estas observaciones generales introductorias la Comisión examinará las diferentes situaciones como son en la práctica.

 

2. Evaluación de la Situación Económica, Social y Cultural

La Situación económica en Suriname es grave, el tesoro nacional se encuentra prácticamente agotado y los créditos, inversiones y ayuda son casi inexistentes. Si bien en p arte esta situación es la consecuencia de factores exógenos al control del Gobierno, en gran parte ha sido auto impuesta al originarse en las violaciones a los derechos humanos, tanto de las que tuvieran por resultado los asesinatos de las 15 personas en diciembre de 1982 como las continuas violaciones al derecho del pueblo de Suriname de participar en su propia conducción mediante un gobierno electo democráticamente.

Sin embargo, a pesar de estos enormes problemas se han hecho algunos adelantos en esta área. Por ejemplo, Siegfried Guilds, Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, informó a la comisión especial que se habían invertido 50 millones de guilders (de un presupuesto nacional de 700 millones de guilders) en programas sociales.

La comisión especial visitó varios de estos programas, entre ellos una red de 21 guarderías infantiles establecidas en 1983 para pre-escolares, organizadas y administradas por la señor Loeflang, esposa del Ministro de Justicia. El centro que visitó la comisión especial contaba con excelentes instalaciones que incluían una guardería, cocinas, materiales educacionales, salas de juegos y patio de juegos exterior. La enseñanza la pagan los padres que trabajan, proporcionalmente con el ingreso familiar.

Otra instalación que visitó la Comisión fue un hogar para ancianos. El Director de este establecimiento informó a la comisión especial que allí se alojaban 360 personas y que todos eran pobres y, por tanto, no pagaban cuota alguna. También explicó que este era el único establecimiento gubernamental para ancianos. Las otras instalaciones similares de Suriname eran privadas y cobraban por sus servicios a los residentes. Asimismo el Director explicó que la capacidad de este hogar para ancianos se iba a ampliar para alojar hasta 450 personas. Dijo también que los edificios eran anteriores al coup de 1980, pero que no se habían puesto en funcionamiento hasta 1981 y que había una lista de espera de solicitantes que deseaban ingresar.

Otro proyecto social que se visitó el leprosario llamado Esther Strickting House, que fue fundado hace 36 años, es administrado por una fundación y tiene 500 pacientes. Los familiares también residen con los pacientes.

La Fundación está subvencionada principalmente por el Ministerio de Trabajo y de Asuntos Sociales. Varios de los edificios actualmente están en reformas pero el proceso se ha desacelerado desde que se redujo la ayuda externa

El hogar tiene un personal de 22 enfermeras que trabajan las 24 horas en tres turnos. Además hay médicos consultores disponibles.

La instalación tiene un salón social, cocinas y un total de 95 empleados. El Director informó a la comisión especial que cada año hay de 80 a 100 nuevos casos de lepra en Suriname. Como resultado, el hogar ha ampliado su personal y servicios desde 1980, aunque el número de pacientes sigue siendo el mismo.

Como se mencionó, la Comisión también visitó un pueblo de "Bush Negroes", Drietabbeje, situado en el Río Maroni al sur de Suriname, y un pueblo de Amerindios situado cerca de la frontera con Brasil en el Río Tapahoni.

En comparación con los niveles de Paramaribo, ambos pueblos son primitivos. Sin embargo ambos tienen luz eléctrica, agua potable, salones comunitarios, clínicas médicas y pequeños edificios de escuelas. Del mismo modo, en Drietabbeje hay pozos sépticos. Las lanchas de los habitantes de estos pueblos están dotadas de motores a gasolina, lo que indica un cierto nivel de afluencia.

Se informó a la comisión especial que los rifles estaban rápidamente reemplazando a los arcos y flechas para la caza. La principal observación de los dirigentes de ambos grupos fue sobre la falta de oportunidades de empleo. Un número considerable de los "Bush Negroes" trabaja esporádicamente en la costa y luego regresa a su pueblo. Sin embargo, las contracciones de la economía de Suriname han implicado una reducción en las oportunidades de empleo. Tanto los "Bush Negroes" como los Amerindios reciben regularmente prestaciones sociales por parte del Gobierno, cuya suma se ha aumentado en los últimos años. Además, ambos grupos parecen disfrutar de cierta autonomía local en la dirección de sus asuntos tribales, incluso en materia de justicia local, en lo civil y en lo criminal.

Para ambos grupos, la educación constituye una preocupación. El coordinador del programa de alfabetización del Gobierno para los Bush Negroes estimó que alrededor de un 10 por ciento son alfabetizados. Actualmente, el Gobierno está adiestrando más maestros legos para trabajar en el interior del país, pero la labor tradicional de la educación sigue en manos de los misioneros.8

Los indios Trio son una pequeña tribu de alrededor de 1.000 personas. Tepoe tiene un amplio programa de vacunas Además de la caza y la agricultura de subsistencia, esta tribu hace artesanías y las vende en la capital. La falta de trabajo pagado es una gran preocupación.

En resumen se puede decir que Suriname tiene una tradición de programas económicos, sociales, culturales y educacionales destinados a ayudar a los miembros menos privilegiados de la sociedad. Esta tradición es anterior a la independencia y al coup de 1980. La mayoría de estos programas continúa, algunos han sido ampliados y otros son nuevos como el de las guarderías infantiles y el del hogar de ancianos. Estos esfuerzos son importantes y loables pero definitivamente modestos.

Sin embargo, por otra parte, el Gobierno de Suriname ha perjudicado sus propios esfuerzos en estas áreas precisamente por su falta de observancia y respeto de los derechos humanos fundamentales, especialmente, al derecho a la vida, a la libertad de expresión, a proceso regular, tratamiento humano y al derecho democrático de los pueblos de elegir sus propios conductores mediante elecciones libres.

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1  Program Budget, Pan American Health Organization, 1986’1987. Organización Panamericana de la Salud, Organización Mundial de la Salud, mayo de 1985.

2  En esta entrevista con la misión especial de la CIDH el 17 de enero de 1985, el Teniente Coronel Bouterse se quejó amargamente de la suspensión de la ayuda holandesa. Posteriormente, amenazó llevar al Gobierno holandés a la Corte Internacional de Justicia. Hasta ahora esta amenaza no ha sido llevada a cabo.

3  Los estimados de desempleo de: Naciones Unidas, Economic Survey of Latin America, 1981, Santiago, Chile, 1983, pág. 177; y del Bureau of the Census, Suriname, 1982, citado por la Embajada de Suriname en los Estados Unidos.

4  Sally and Richard Price, Afro-American Art of the Suriname Rain Forest, University of California Press, Berkeley y Los Angeles, 1980; págs. 19 y 20.

5  Peter Kloos, the Maroni River Caribs of Suriname (Assen: Van Gorcum, 1971), págs. 1 a 11; citados en Edward Dew, Difficult Flowering of Suriname, págs. 4 y 5.

6  Suriname, Focus (The American Geographical Society), 21 (septiembre 1970) pág. 5, citada en Dew, op. Cit., pág. 12.

7  Program-Budget, Pan American Health Organization, 1984’1985, Organización Mundial de la Salud, abril de 1983, pág. 489; Banco Interamericano de Desarrollo, Económic and Social Progress in Latin America: Economic Integration, 1984, report, pág. 380; 1980 Census, Suriname, citado por la Embajada de Suriname en los Estados Unidos.

8  En este aspecto la educación a menudo está condicionada a la conversión religiosa a la fe de los misioneros. Esta práctica provoca problemas en función de que la trama socio-religiosa de Bush Negroes y de las comunidades Amerindias a veces enfrenta a los niños contra sus padres y a menudo resulta en una no disponibilidad de educación formal para el pueblo, que de otra manera podría mejorar sus posibilidades pero que rechaza ceder de sus creencias religiosas tribales.