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CAPÍTULO IV

 

  (...continuación) 

E.            LIBERTAD DE EXPRESIÓN BAJO EL GOBIERNO DE MANIGAT 

34.     El día de las elecciones, 17 de febrero de 1986, aun cuando éstas se celebraban con calma y los militares estaban sumamente vigilantes, fueron detenidas tres personas, incluso el Sr. Marc Antione Delson, Director de la emisora L’arc-en-ciel.  Incluso siendo hostigadas, la prensa y las radioemisoras siguieron dando informes acerca de la situación política en Haití.  No obstante, la teleemisora no mostró la misma disposición de cooperar.  El 5 de febrero, el Sr. Marc Bazin, ex candidato a la presidencia, quiso dirigirse a la nación a través de Télé-Haiti, una emisora privada, pero su transmisión fue objeto de censura previa. 22

35.     Con fecha 22 de febrero de 1988, el General Carl Michel Nicolas, del alto Mando del ejército, entregó un comunicado a la prensa en que le advertía a ésta que no atacara al Coronel Jean-Claude Paul con motivo de los cargos de narcotráficos que se le imputaban.  dicho comunicado leía:  

El Alto Mando de las Fuerzas Armadas de Haití hace un llamado de advertencia a la prensa local en contra de las afirmaciones arbitrarias de cierta prensa extranjera, sobre la supuesta complicidad imputada a un oficial superior de las Fuerzas Armadas de Haití en un asunto de narcotráfico.  

Para conocimiento de la prensa local y del público en general, el Alto Mando informa que en su oficina no se ha recibido ni denuncia de ninguna clase ni procesamiento legal alguno en relación con el caso de Jean-Claude Paul, señalado de manera especial por los medios de comunicación extranjeros, lo que acarrearía, conforme a las reglamentaciones de las Fuerzas Armadas, la creación de una comisión investigadora especial a fin de esclarecer el caso y determinar las medidas disciplinarias que fueran pertinentes.  

Más allá de los límites establecidos por la legislación sobre este tema, la prensa extranjera se atreve a mencionar una posible petición de extradición.  

El Alto Mando de las Fuerzas Armadas de Haití solicita de la prensa local que se abstenga de difundir ingenuamente una campaña dinigratoria, sin las pruebas que la sustenten.23  

36.     A esta advertencia por parte de las fuerzas militares, las que conforme a la Constitución de 1987 no tienen autoridad sobre la prensa, siguió una segunda por parte del Ministerio de Información.  

37.     El 7 de marzo de 1988, el señor Roger Savain, Ministro de Información, amenazó con tomar medidas penales contra la prensa por contravenir la Constitución, según se indica a continuación:  

El comunicado del 7 de marzo de 1988, suscrito por el Ministro de Información, Roger L. Savain, hace constar que ese Ministerio ha observado recientemente una notable tendencia de parte de los medios de comunicación de Haití a emplear términos que no son los más adecuados.  Aparecen términos inapropiados en las noticias, entrevistas y declaraciones hechas por ciudadanos haitianos o extranjeros.  También hay una tendencia a difundir informes erróneos, falsos y no verificados, bajo el pretexto de hacerse eco de la prensa extranjera.  

          Esta clase de comportamiento puede confundir a la opinión pública, ocasionar una ansiedad innecesaria y afectar los nervios de una población generalmente crédula.  

          Aun cuando la libertad de expresión está garantizada por la Constitución, es deber del Ministerio recordar a las personas encargadas de órganos de prensa oral, escrita y televisiva, que los legisladores han tenido cuidado de especificar una serie de límites a la libertad de expresión que no pueden excederse sin constituir un abuso.  

          Así, constituyen casos intolerables de abuso de la libertad de palabra el uso de términos mordaces, lenguaje obsceno, acusaciones insultantes, ofensivas o difamatorias, el sarcasmo o los chistes malintencionados y ciertos insultos públicos.  

          El Ministerio agrega al respecto:  Los interesados pueden referirse a los Artículos 28 y 28-3 de la Constitución a los Artículos 313, 316, 320 y 321 del Código Penal, y a la legislación vigente en materia de prensa.  Estas disposiciones afectan tanto al autor de la ofensa como al órgano de prensa que la difunde.  

          En vista de que este régimen está tratando de establecer el imperio de la ley, invita a los ciudadanos y a los órganos y dependencias de la prensa, tanto haitianos como extranjeros, a adherirse más estrictamente a lo dispuesto en la Constitución y las leyes, a fin de que puedan prevalecer la armonía y la paz.24  

38.     Estas comunicaciones han tenido por objeto acallar la prensa en cuanto al encausamiento del coronel Jean-Claude Paul, Comandante de Casernes Dessalines.  

39.     Este comunicado oficial ha tenido un fuerte efecto sobre la libertad de prensa en Haití. Con excepción de Haiti-en-Marche, la prensa no siguió informando sobre el caso del Coronel Paul.25  Radio Soleil, sin embargo, siguió difundiendo información sobre el asunto del Coronel Paul y, en la tercera semana de marzo, recibió una “carta bomba” que no estalló.  

40.     El 10 de marzo de 1988, la Asociación Haitiana de Periodistas (AJH) respondió al comunicado del Ministerio de Información en los siguientes términos:  

Semejante comunicado parece querer preparar psicológicamente a la opinión pública nacional para una nueva represión contra los periodistas haitianos y los medios de información so pretexto de que dan las noticias incorrectamente y utilizan un lenguaje indebido.  Este nuevo gobierno, al igual que todos sus predecesores, parece considerar a la prensa como una esfera favorita en que ejercer su poder, así como un sitio adecuado para iniciar una época de abusos.  

Es cierto que el código penal prohibe la difamación, pero también condena las amenazas en sus Artículos 250-253.  Y en los Artículos 85 y 86, castiga los ataques contra las libertades públicas.  

El comunicado debía también en su parte pertinente:  

La Asociación Haitiana de Periodistas, en virtud de la Constitución de 1987, que dejó sin efecto la indeseable Ley de Prensa de 1986, reconoce la necesidad de que se respete la ética profesional y se opone a todo intento de renovar la vieja ley de 1986, que pisoteaba a la prensa en Haití.26  

41.     Tal como se mencionó anteriormente (párrafo 31), también han habido instancias en que el Gobierno confiscó los diarios de la “diáspora” al llegar a Haití.  Por ejemplo, en mayo de 1986 se confiscó una edición de Haiti Progres y en junio de 1988 de Haiti-en-Marche, que contenían artículos en los que se alegaba la implicación de militares haitianos en actividades del tráfico internacional de narcóticos.  

42.          Además, un diario, Enquête, ha dejado de circular porque la compañía privada que los imprimía se negó a seguir haciéndolo debido a las amenazas anónimas que recibía.

43.          Continuaron surgiendo problemas sobre el Gobierno del Presidente Manigat y la prensa.  El 14 de junio de 1988 se informó que la Asociación Haitiana de Periodistas (AJH) reaccionó ante unas declaraciones formuladas por el Primer Ministro en las que responsabilizó a la prensa y a ciertos partidos políticos de la incapacidad del gobierno de llevar a la práctica ciertas iniciativas.  La AJH respondió que tales declaraciones eran simplemente una repetición de las que habían venido formulando los líderes haitianos durante más de 32 años.27

 

F.            MEJORA INICIAL EN EL EJERCICIO DE LA LIBERTAD DE ASOCIACIÓN DURANTE EL PERÍODO DEL CNG 

44.     El Presidente Vitalicio Jean-Claude Duvalier abandonó Haití el 7 de febrero de 1986.  Desde marzo de 1986 ya habían comenzado a formarse organismos de oposición al CNG.  El KID (Comité de Unidad Democrática), formada el 21 de marzo de 1986 como grupo de intereses “sociopolíticos”, consideró que las normas del CNG eran una “continuación” de las mismas políticas Macoutista-Duvalieristas del pasado”.  Los fundadores de este organismo fueron personas que habían sido víctimas de los gobiernos duvalieristas.  Su propósito al organizarse era denunciar las violaciones de derechos humanos y el abuso de poder por parte de las autoridades.

 

a.         La importancia del KONAKOM 

45.     Del 28 de enero al 1º de febrero de 1987, unos 310 organismos enviaron representantes a Puerto Principe para el primer Congreso Nacional de Movimientos Democráticos.  Este Congreso de movimiento popular reunió a organismos campesinos, agrupaciones femeninas, grupos de derechos humanos, sindicatos, grupos estudiantiles, políticos y demás.  No obstante, se creó, en parte, como reacción a una insatisfacción popular con los autoproclamados “líderes” políticos, que se ofrecieron como candidatos a la presidencia de Haití. El CNG había elaborado un cronograma electoral y el Congreso Nacional deseaba discutir los diferentes puntos de vista de los grupos a fin de llegar a n consenso acerca de la estrategia que querían adoptar ante las elecciones.  

46.     Los centenares de organismos que asistieron a este Congreso Nacional procuraron todos, a su manera, cumplir el mismo propósito: organizar, educar y motivar políticamente al pueblo a fin de que pudiera reivindicar sus derechos.  Los testigos que comparecieron ante la Comisión en enero de 1987 repitieron una y otra vez que los representantes de los distintos grupos –tales como MISYON ALFA, radioemisoras populares, grupos de derechos humanos, sindicatos y demás- se dedicaban a la labor de educación popular e información.  Ciertos organismos, tales como los relacionados con la “Pequeña Iglesia” (Ti Legliz), eran abiertamente religiosos y su tendencia podía identificarse con la teología de la liberación de la Iglesia Católica.  Otros, tales como las agrupaciones campesinas, eran predominantemente estructuras económicas, que laboraban en la formación de cooperativas campesinas.  Las radioemisoras que transmiten en créole hacían hincapié en la educación cívica, los derechos y deberes de los ciudadanos y, lo que es más importante, en el contenido y significado de los artículos de la constitución de 1987.  

47.     El lema que caracterizó este primer Congreso Nacional fue “Tet Ansanm pou sa chanje” (Todos unidos en pro del cambio).  En 1987, KONAKOM, la coalición de organismos que surgió de este Congreso Nacional, participó principalmente en tres actividades:  

1.       La lucha por la Constitución.  

2.       La lucha contra el decreto del 23 de junio de 1987 y por Rache Manyok dentro del Grupo del 57.  

3.       La organización de las elecciones de noviembre 29 dentro del Frente Nacional de Acción Concertada (FNC) y la campaña por la abstención el 17 de enero de 1988.  

48.     en su análisis retrospectivo de los acontecimientos de 1987, el KONAKOM ha hecho las siguientes observaciones importantes sobre su estrategia, que arrojan luz sobre la situación actual:  

1.       El KONAKOM ha pagado un precio elevado, sobre todo, en la lucha de Rache Manyok (es decir, exigiendo la eliminación del CNG y la formación de otro gobierno) y en favor del CEP.  A partir del 25 de junio de 1985, el país ha sido víctima de un estado permanente de represión.  Los militantes del KONAKOM se han visto perseguidos, otros han desertado del movimiento y la labor organizativa se ha paralizado.  El estado de inseguridad no permite la organización de congresos regionales y contactos entre los miembros de los diferentes grupos.  

2.       El Artículo 291 de la Constitución –aunque es meritoria la intensión de extirpar a los Duveralistas del poder- ¿acaso era posible? ¿En qué medida contribuyó al endurecimiento de la resistencia de los Duvalieristas civiles y militares?  Por otra parte, esta causa era tan extremadamente popular que constituía una de las motivaciones más fuertes para la participación popular en el referendo.  

3.       ¿Debió haberse detenido la campaña Rache Manyok una vez que el CNG había publicado el decreto electoral del CEP? ¿En qué medida se agriaron las relaciones entre el CNG y el CEP a causa de la campaña de Rache Manyok?  Por otra parte, no puede subestimarse el profundo carácter moral de esta campaña.  Los acontecimientos subsiguientes demostraron lo justo que era.  

4.          Análogamente, ¿hemos evidenciado una incapacidad para convertir nuestra fuerza en un instrumento de negociación y para haber continuado contactos con el CNG y el ejército?  La totalidad de la ruptura ha contribuido tal vez al endurecimiento del otro lado, que reaccionó emprendiendo una salvaje represión a fin de imponer, por cualquier medio, un candidato escogido por el ejército.  

5.       En agosto de 1987 el grupo del 57 se amplió para formar el Frente Nacional de Acción Concertada (FNC) y esta expansión exigió sacrificios de parte del KONAKOM: el uso de sus recursos en iniciativas que no estaban sujetas al control del movimiento.  

6.          Además, el 4 de octubre de 1987, cuando fue escogido el candidato del FNC a la presidencia, el KONAKOM fue el único organismo, junto con el BIP, que presentó 48 candidatos para la cámara de diputados y 18 para el senado, lo que provocó el pánico entre los competidores y, especialmente, entre los Duvalieristas.  

La participación masiva en las elecciones del 29 de noviembre de 1987 fue contestada con actos brutales de violencia que tuvieron lugar durante todo el mes de noviembre, una represión selectiva contra los militantes del KONAKOM (sobre todo en la región de Artibonite) y contra los miembros del CEP, así como por el acto de fuerza que culminó el 17 de enero en la pura y sencilla designación de personas a los cargos que debían llenarse durante los comicios, desde Casecs hasta la Presidencia.  El regreso de los Macoutes ha culminado en la instalación de una red neo-Duvalierista que ha penetrado todos los niveles del ejército, el servicio público y el grupo de representantes que, en principio, deben ser elegidos.  Una vez más, una minoría emplea la fuerza bruta para subrogarse en el lugar de la voluntad soberana del pueblo, y, ante el acto consumado, hace un llamamiento a la unidad y la reconciliación.  

49.     La federación sindical CATH, por ejemplo, no estuvo de acuerdo con la postura del KONAKOM de que el pueblo debía participar en las elecciones del 29 de noviembre de 1987.  El 22 de junio de ese año, a las 18:30, un destacamento de soldados de Cassernes Dessalines, irrumpió en la sede de la CATH, destruyendo o robando todos los muebles y efectos de oficinas, asi como US$1.800 en efectivo.  Además, detuvieron a ocho miembros del sindicato que se encontraban allí: Jean-Auguste Mésyeux, Armand Pierre, Edouard Pierre, Hatmann Jean-Baptiste, Edner Saint-Eloi, Iddly Cameau, Jean-Claude Pierre-Louis y Patrice Dacius, que fueron llevados a Cassernes Dessalines.  Allí fueron golpeados salvajemente, humillados y torturados. Varios de ellos aún tienen cicatrices de las heridas que les infligieron y otros sufren de dolores constantes en la cabeza u otras partes del cuerpo.  

50.     Por consiguiente, el 15 de septiembre de 1987, la CATH emitió una larga declaración “En nombre del Pueblo Haitiano”, afirmando que no participaría en las elecciones del 29 de noviembre de 1987 y dando las siguientes razones:  

          Conociendo bien la mentalidad de los hombres del CNG que están en el poder, sabemos que un acto de ese tipo sería inútil.  Y los hechos, hasta el momento, han demostrado que tenemos razón.  Por su origen y naturaleza, los caballeros del CNG son incapaces de vivir bajo el imperio de la ley.  Están demasiado comprometidos, en distintas medidas, con los delitos del régimen anterior para querer que se establezca una democracia real y efectiva de este país y que haya elecciones libres, justas y honestas.  Recordemos al pasar que el CNG fue obra de Jean-Claude Duvalier, que lo impuso al pueblo antes de partir hacia Francia.  

51.          Curiosamente, el 22 de junio de 1988, el Coronel Jean Claude Paul del cuartel Dessalines, entregó personalmente el vehículo de la CATH que había sido confiscado exactamente un año antes.  La CATH no recuperó el material de oficina ni la suma de aproximadamente US$1.800 sustraída por los militares. El 26 de julio de 1988, las sedes de locales de la CATH EN Gros Morne y Saint Michael de l’Atalaye fueron baleadas e incendiadas por soldados.  

52.     Con respecto a la situación laboral, los representantes de la CATH informaron a la Comisión durante su visita de agosto de 1988, que los principales problemas son los siguientes:  

1.    Se despide en el acto a los empleados que han sido elegidos democráticamente por los trabajadores para ocupar cargos de dirigentes sindicales;  

2.    La empresa llama a los militares en caso de disputas laborales o tentativas de huelga;  

3.    No siempre se paga a los obreros el salario mínimo de US$3 por día de trabajo en las fábricas.  

G.                 LA OLA DE TERROR EN EL CAMPO 

53.     Los campesinos y trabajadores religiosos del campo haitiano han sido aterrorizados por bandas armadas, principalmente en la Meseta Central, que es la zona de mayor influencia del MPP, el movimiento campesino, y en la región del Artibonite.  Los soldados o las bandas armadas aparecen en un pueblo dado y en algunos casos, como en Fond Verretes con los incidentes ocurridos entre el 31 de mayo y el 10 de julio de 1988, han aterrorizado de tal forma a la población local –con ataques a las casas de diversos habitantes locales, tiroteos al azar contra las residencias de sacerdotes y monjas- que los religiosos han recogidos sus pertenencias y abandonar el pueblo.  

54.     En la primera semana de agosto de 1988, el Teniente General Namphy hizo un viaje por el sur de Haití.  El 5 de agosto, el Sr. Segot Joseph fue arrestado en Les Cayes, sin orden judicial, por haber pintado en las paredes lemas hostiles al Gobierno del Teniente General Namphy, y lo golpearon de tal manera que tuvo que ser hospitalizado.  Según se informó, tres semanas después, estando la Comisión de visita, el Sr. Joseph todavía se encontraba en el hospital.  

55.          También el 9 de agosto, durante la visita del Teniente General Namphy, siete soldados invadieron el presbiterio de la parroquia de Grand-Goave y arrestaron al sacerdote canadiense René Poirier, que se había negado a acatar la orden dada por las autoridades locales de asistir a una recepción de bienvenida para el Teniente General Namphy.  El padre Poirier fue deportado de inmediato a Canadá, sin habérsele permitido regresar para recoger su pasaporte y sus pertenencias.  

56.     El 9 de agosto, en solidaridad con el padre Poirier, 500 fieles organizaron una vigilia en el presbiterio de Grand-Goave.  El Ejército intervino nuevamente lanzando tiros al aire.  La gente permaneció tranquila pero el Oficial Rene Murat y el Sargento Robert Milord arrestaron a los siguientes jóvenes:  Frantz Bellenice, Berline Belrice, Derette Lafontant y Norelien Lormil, estudiantes secundarios que son miembros de Kombite Komilfo, parte integrante de KID.  Los jóvenes fueron conducidos al cuartel de Petit-Goave donde, después de ser sometidos a una dura sesión interrogatoria, se dejó en libertad a tres y los otros dos quedaron detenidos para comparecer ante un juez.  

57.     El 16 de agosto, los jóvenes comparecieron en el tribunal de Petit-Goaves y posteriormente fueron puestos en libertad provisional.  El 17 de agosto, el Sr. Jean Tatoune, uno de los líderes de las manifestaciones estudiantiles realizadas en Gonaives en 1985, que contribuyeron a la caída de Jean-Claude Duvalier, fue atacado por cinco hombres armados.  El 20 de agosto, el líder del MPP, Sr. Chavannes Jean-Baptiste, fue arrestado, sin orden judicial, al retirarse de una reunión, y fue puesto en libertad el mismo día después de haber comparecido ante el Comandante Militar de la Plateau Central, el Mayor Serge David, quien lo interrogó durante 5 horas.  El Sr. Jean-Baptiste declaró que el Ejército quería asistir a todas las reuniones futuras de su organización, a lo cual él había respondido que ello contravenía los derechos de libertad de asociación y de expresión.  

58.          Durante la visita de la Comisión en agosto de 1988, sus miembros viajaron a algunas de las zonas del interior donde se habían registrado disturbios, entrevistándose con campesinos de Saint-Marc, Pont Sonde, Petit Rivière de l’Arbonite, Thomonde y Papaye que habían sido víctimas de ataques.  

59.     La Comisión se entrevistó, entre otros, con líderes campesinos que informaron que no se les permitía hacer reuniones de sus organizaciones sin obtener un permiso previo de las autoridades militares locales que insistían en enviar representantes a ellas.  

60.          Cuando la Comisión preguntó acerca de esta práctica a los militares a cargo, tales como el Capital Gabriel Ravix y sus asistente, H. Nicolas, en Saint Marc, obtuvo variadas respuestas, a saber: que simplemente querían proteger a los campesinos, o bien, que unos comunistas procedentes de la Unión Soviética se habían infiltrado en las filas del campesinado, o bien, que los soldados sencillamente tenían interés en aprender algo acerca de sabotaje, señalando con orgullo que el Ejército había restablecido el orden.  

61.     Al visitar la Comisión los pueblos y las aldeas mencionados, encontró evidencia sustancial de que el Ejército y la Policía (que a pesar de la separación dispuesta en la Constitución, funcionan bajo el mando de los militares) han restringido los derechos de los campesinos a la libertad de expresión y de asociación de manera rutinaria y como norma de política nacional.  Los párrafos siguientes dan cuenta de estos hechos por el Gobierno Militar.  Las autoridades militares han rechazado los abusos alegados en ellos.  

62.     El 19 de junio de 1988, el Sr. Profete Joseph, líder campesino, presenció el arresto de otro líder campesino en Thomonde, y de los golpes que le propinaron.  El Sr. Joseph huyó a Puerto Principe, donde se escondió de las autoridades.  Su colega fue puesto en libertad el día siguiente del arresto.  

63.     El 22 de junio de 1988, el Sr. Toussaint Oscarme fue detenido junto con otros activistas campesinos, en una calle de Thomonde.  Los detenidos fueron conducidos a la comisaría, donde los golpearon con cachiporras y los acusaron de subversivos, aunque sin hacer una acusación oficial.  Durante los tres días que permanecieron allí, les propinaron golpes dos veces al día, haciéndolos acostarse en el suelo con las manos atadas.  Jamás se produjo evidencia alguna de este caso, así como tampoco tuvieron los detenidos representación legal.  

64.     El 13 de julio de 1988, el Sr. Madsen Labadi fue arrestado por una semana, durante la cual se lo acusó verbalmente de ser un traidor a su  patria y un comunista.  Su asociación con el sacerdote católico local, padre L’Eveque Bien Aimé, y el médico local, Dr. Jean Luc Henrys, fue mencionada por los soldados como prueba de sus actividades subversivas.  Mientras permaneció detenido se lo golpeó unas 60 veces con cachiporras, a un promedio de dos veces diarias.  Al término de una semana se escapó y su padre fue detenido, entonces, por cinco días.  A sugerencia del padre L’Eveque, el Sr. Labady fue a Puerto Principe para presentar su caso a las organizaciones extraoficiales de derechos humanos.  Posteriormente, el Sr. Chavannes Jean-Baptiste, Jefe del MPP, intervino para que las autoridades le permitieran regresar a su casa.  

65.     El 10 de agosto de 1988, en Debouchette, el Jefe de Policía prohibió la reunión de tres líderes campesinos de la Federación Nacional de Trabajadores Agrícolas (FENATAPA).  

66.     El 11 de agosto, el Prefecto y el Jefe de la Policía de Pont Sondé, disolvieron por la fuerza una reunión de CATH/CLAT.  

67.     El 14 de agosto de 1988, jóvenes pertenecientes al Movimiento Juvenil de Labadie, organizaron una reunión y un partido de fútbol para celebrar el segundo aniversario de su organización.  Cuando había finalizado la reunión y los participantes se dirigían al campo de fútbol, se oyeron tiros lanzados por un grupo de 11 hombres, 7 en ropas de fajina y tres de civil, que bajaban de la montaña.  Hubo cuatros muertos, dos de los cuales –Dony Accéus, de 37 años y Alex Alenxandre, de 28- se encontraban a la puerta, cobrando los boletos de entrada al partido.  Los soldados, con ayuda de tres hombres vestidos de civil, se introdujeron en la sala de reuniones y dispararon sus armas en el interior del edificio, matando al Sr. Armand Louismond, de 54 años.  Al retirarse, los soldados se encontraron con el Sr. Berson Etienne, de 25 años, a quien detuvieron y luego balearon tres veces.  Este, antes de morir, contó lo que había sucedido a su padre quien, a su vez, testificó ante la Comisión.  Algunos testigos de estos hechos identificaron a tres de los individuos como soldados del cuartel de Petit Rivière de l‘Arbonite, conocidos como Napoleon y Kebreau, ambos cabos, y el Jefe de Sección (comandante local) Esperance Charles.  

68.     Al día siguiente, una denominada comisión investigadora llegó al lugar de los sucesos relatados y entrevistó a los familiares de las víctimas.  La comisión estaba integrada, entre otros, por el Alcalde de Petit Rivière, Sr. André Chrystome, y el comandante militar del subdistrito, Lafotune Saintus, y soldados que habían participado en la masacre del día anterior.  El Jefe auxiliar de Sección, Nantès Saint-Fisna, había recibido órdenes de destruir el centro de adiestramiento de Artibonite.  El Sr. Fisna y sus hombres procedieron a reducir el lugar a polvo.  Se realizaron varios registros de búsqueda de otros líderes del Movimiento Juvenil que habían recurrido a la clandestinidad.  Veinte miembros del Movimiento, que se encuentran escondidos, y cinco representantes de este grupo se entrevistaron con la Comisión durante la visita de ésta.  Pidieron testificar ante un tribunal serio y solicitaron que se hiciera justicia con los responsables de la matanza de miembros de su organización.  

69.     el Capitán Ravix, comandante militar de Saint-Marc, y jefe del escuadrón paramilitar de jóvenes del subproletariado, que se autodenominan los “Sans Mamman” (Los sin Madre), declaró a la Comisión que el responsable de las cuatro muertes ocurridas en Labadie es el Sr. Serge Desroches (jefe del Movimiento) que se ha dado a la fuga.  

70.     El 19 de agosto de 1988, líderes campesinos fueron arrestados en el área de Papaye-Hinche: Edounane Saintina, Letois François, Louims Fertil, Ocriees, Denis François, Rosant Deriste, Elius Absalon, Delius Saintina, Lenoise Elisma y Celiman Navadel.  Todos fueron esposados y golpeados con cachiporras en presencia del Jefe de Sección, Sr. Fernand George, y el Juez de Paz, Sr. Joseph Hector.  El Sr. Delius Saintina, al intentar parar un golpe sobre su espalda, resultó con un brazo roto.  

71.     Los diez hombres permanecieron detenidos desde un viernes hasta el lunes siguiente.  Su juicio fijado para el 2 de septiembre de 1988, con la acusación de alentar a los campesinos de participar en un boicot a los impuestos.  Ninguno tiene representación legal.  

72.     El 22 de agosto de 1988, el Capitán Conserne P. Steeve, acompañado de una unidad de soldados, irrumpió en una reunión de CATH/CLAT, en Pont Sondé, demandando que se le informara el propósito de la misma.  

Reclamos de los campesinos 

73.     La evolución de este programa de organización educación y acción civil resultó en un Congreso Nacional de Campesinos que tuvo lugar en Papaye.  Los campesinos formularon en él una serie de declaraciones y resoluciones que reflejan sus necesidades y demandas:  

En Haití, el 80% de la población está constituido por campesinos, que producen el grueso de la riqueza del país.  Si los campesinos no trabajan, la población de las ciudades no tendrá que comer, los empleados públicos no recibirán sueldo, todo se paralizará.  De todos los sectores de la sociedad, los campesinos son los que peores servicios reciben.  El dinero que damos para impuestos y la riqueza que creamos nunca nos sirve para nada.  

Cuando se celebran “elecciones”, nos juntan como un rebaño, nos compran el voto y hasta nos obligan a votar, y nos designan un vencedor.  Cuando la persona asume el cargo, se olvida de los campesinos y dirige el país sin nosotros.  Cuando se retiran del cargo tenemos que pagar las deudas que dejan.  Los campesinos son la espina dorsal de la cultura haitiana.  Nuestras costumbres y hábitos, con toda la riqueza de nuestra cultura, son los que hace que los haitianos sean haitianos ante todas las demás naciones.  Sin embargo, nos desprecian por esa misma razón.  Por consiguiente, hemos decidido organizarnos para cambiar todo esto, habiendo resuelto:  

Sobre asuntos económicos:  

No queremos que entren a Haití productos de contrabando como azúcar y arroz que socavan nuestra propia producción.  Nos arreglaremos con lo que producimos en nuestro propio país.  No queremos víveres de socorro en absoluto, bajo ninguna condición.  No queremos pagar impuestos por el derecho a trabajar tierra de propiedad del Estado.  No queremos pagar impuestos –impuestos al mercado, impuestos al ganado, impuestos sobre certificación de nacimiento, impuestos en los tribunales- porque el dinero recaudado no nos favorece en lo más mínimo.  El Estado no nos da ningún servicio esencial: escuelas, hospitales, caminos, etc.  Queremos una reforma agraria de verdad.  Con esto queremos decir no tan sólo la redistribución de la tierra sino un conjunto de medidas en materia agrícola que incluya: buenas herramientas a precios razonables, irrigación y asistencia técnica.  

Sobre política 

Queremos que se nos garantice el derecho a manifestarnos y el derecho a la huelga.  No queremos otro dictador, ni otro Macoute, ni un presidente que siga el plan de otro país para Haití.  Queremos la garantía de elecciones libres y democráticas, sin intimidación del ejército o de la policía.  Queremos un Ministerio de Asuntos Campesinos y queremos un gobierno popular, un gobierno que surja de las raíces del pueblo y que sea elegido por el pueblo.  

 

CONCLUSIONES

 

          Con base en la información ofrecida en este capítulo, la Comisión ha tratado de esbozar lo que quizá sea el fenómeno más importante que se registra en Haití: El intento del campesinado haitiano de organizarse y forjar una conciencia política.  Este esfuerzo de organización, iniciado hace años bajo los auspicios de la Iglesia Católica, ha sido fortalecido por la partida de Jean-Claude Duvalier y puede considerarse, más que cualquier otra actividad, la conquista del 7 de febrero de 1986.  

          Después de la partida de Duvalier ha habido una mejora notable en el ejercicio de los derechos humanos fundamentales: la libertad de expresión y la libertad de asociación.  El pueblo haitiano ha aprovechado estas libertades para organizarse y manifestarse vehementemente a favor de un cambio del statu quo.  

          Con el actual Gobierno Militar, estos derechos fundamentales han vuelto a ser restringidos.  No lo son tanto en cuanto se refiere a los periodistas, aunque los medios de comunicación practican ampliamente la autocensura en lo que concierne a críticas relativas al régimen militar.  El hostigamiento hacia los periodistas continúa, pero con menor intensidad.  

          Por otra parte, se han restringido marcadamente los derechos a la libertad de expresión y a la libertad de asociación de las organizaciones campesinas.  Las técnicas que se aplican en este sentido varían desde la imposición de contar con un permiso previo para celebrar reuniones, al requerimiento de que toda reunión cuente con la presencia de un militar, pasando por los insultos y el hostigamiento de que son objeto los líderes campesinos hasta llegar al otro extremo, que incluye las detenciones arbitrarias (en general, de corta duración para poder negar la existencia de presos políticos), la total negativa a cualquier cosa que se asemeje un proceso legal, las serias palizas que a veces producen la muerte y las matanzas directas, como la ocurrida en Labadie.  

          Las consecuencias de esas prácticas han sido dobles.  En primer lugar, han permitido que el régimen militar aduzca que, a pesar de ser un gobierno de facto y a pesar de haber sido abrogada la Constitución de 1987, el Gobierno permite la existencia de una total libertad de prensa.  Ello es parcialmente cierto en cuanto se refiere a los medios de comunicación de Puerto Principe, que se encuentra sujeto a las limitaciones descritas en este capítulo.  La oposición, no obstante, mantiene que la dictadura permite una cierta dosis de libertad de expresión para “vendérsela” a la opinión pública internacional.  

          En segundo lugar, con estas prácticas, se ha frustrado e invalidado el derechos de los campesinos a la participación política.  De hecho, a los campesinos, que conforman la mayoría de la población haitiana, se le ha negado sistemáticamente el derecho a la libertad de expresión y de asociación, particularmente desde el golpe de Estado de junio de 1988.  

          Ningún campesino puede reunirse, en ninguna parte del campo haitiano, para discutir sus asuntos comunitarios sin que esté presente un militar.  A los campesinos se los llama “comunistas”; a sus organizaciones, se las reprime; a sus líderes, se los arresta; y a sus sedes, se las incendia.  Los trabajadores no pueden hacer huelgas y los militares concurren, a solicitud, para acallar toda protesta fabril.  

          El Brigadier General Fritz Antoine, que fuera Ministro de Justicia hasta el 17 de septiembre de 1988, ha estado viajando por toda la zona rural del país acusando a los jueces locales de la perpetuación de un injusto sistema social.  Los militares, por su parte, jamás reconocen el papel que ha desempeñado en los actos de violencia y terror diarios y en las matanzas perpetradas por solados contra la población rural, ni reconocen responsabilidad alguna al respecto.  No obstante, a juicio de la Comisión, la responsabilidad del terror sembrado en el campo haitiano no recae en los funcionarios judiciales corruptos sino en los tiranos locales, los comandantes militares de las zonas rurales que están protegidos por los militares.  Tal como declaró un testigo ante la Comisión, durante su visita de agosto de 1988, el problema no obedece a jueces corruptos sino a un sistema político que toda la población considera ilegítimo.  

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22.     “Marc Bazin Comments en Current Situation”, en FBIS, febrero 8, 1988.

23.     Haiti Observateur, febrero 28, marzo 4, 1988, p. 16.

24.          “Ministry Warns on Abusing Freedom of Expression”, FBIS, marzo 9, 1988, y Le Nouvelliste, febrero 23, 1988.

25.     Haiti-en-Marche, marzo 10, 1988, p. 1, 5-9 y Le Nouvelliste, marzo 9, 1988.

26.          “Journalists Protest Warning”, FBIS, marzo 10, 1988 y Le Nouvelliste, marzo 10, 1988.

27.          “Journalists, Party React to Celestin Remarks”, FBIS, june 14, 1988.