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CAPITULO XIV

EL DERECHO A LA EDUCACION

 

A. CONSIDERACIONES GENERALES

 

 1. La Declaraci�n Americana establece que:

Art�culo XII. Toda persona tiene derecho a la educaci�n, la que debe estar inspirada en los principios de libertad, moralidad y solidaridad humanas.

Asimismo tiene el derecho de que, mediante esta educaci�n, se le capacite para lograr una digna subsistencia, en mejoramiento del nivel de vida y para ser �til a la sociedad.

El derecho de educaci�n comprende el de igualdad de oportunidades en todos los casos, de acuerdo con los dotes naturales, los m�ritos y el deseo de aprovechar los recursos que puedan proporcionar la comunidad y el Estado.

Toda persona tiene derecho a recibir gratuitamente la educaci�n primaria, por lo menor.

2. El art�culo 26 de la Declaraci�n Universal de Derechos Humanos proclama el derecho universal a la educaci�n de la siguiente manera:

1. Toda persona tiene derecho a la educaci�n. La educaci�n debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucci�n elemental y fundamental. La instrucci�n elemental ser� obligatoria. La instrucci�n t�cnica y profesional habr� de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores ser� igual para todos, en funci�n de los m�ritos respectivos.

2. La educaci�n tendr� por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecer� la comprensi�n, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos �tnicos o religiosos; y promover� el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.

3. Los padres tendr�n derechos preferentes a escoger el tipo de educaci�n que habr� de darse a sus hijos.

3. El Pacto Internacional de Derechos Econ�micos, Sociales y Culturales, aunque repite alguno de los principios arriba citados, va m�s all� al esbozar las caracter�sticas espec�ficas del derecho a la educaci�n. El art�culo 13 del Pacto reza as�:

1. Los Estados Partes en el presente pacto reconocen el derecho de toda persona a la educaci�n. Convienen en que la educaci�n debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Convienen as� mismo en que la educaci�n debe capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad libre, favorecer la comprensi�n, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y entre todos los grupos raciales, �tnicos o religiosos, y promover las actividades de las Naciones Unidas en pro del mantenimiento de la paz.

2. Los Estados en el presente pacto reconocen que, con objeto de lograr el pleno ejercicio de este derecho: (a) la ense�anza primaria deber ser obligatoria y asequible a todos gratuitamente; (b) la ense�anza secundaria, en sus diferentes formas, incluso la ense�anza secundaria t�cnica y profesional, debe ser generalizada y hacerse accesible a todos, por cuantos medios sean apropiados, y en particular por la implantaci�n progresiva de la ense�anza gratuita; (c) la ense�anza superior debe hacerse igualmente accesible a todos, sobre la base de la capacidad de cada uno, por cuantos medios sean apropiados, y en particular por la implantaci�n progresiva de la ense�anza gratuita; (d) debe fomentarse e intensificarse, en la medida de lo posible, la educaci�n fundamental para aquellas personas que no hayan recibido o terminado el ciclo completo de instrucci�n primaria; (e) se debe proseguir activamente el desarrollo del sistema escolar en todos los ciclos de la ense�anza, implantar un sistema adecuado de becas, y mejorar continuamente las condiciones materiales del cuerpo docente.

3. Los Estados Partes en el presente pacto se comprometen a respetar la libertad de los padres y, en su caso, de los tutores legales, de escoger para sus hijos o pupilos escuelas distintas de las creadas por las autoridades p�blicas, siempre que aquellas satisfagan las normas m�nimas que el Estado prescriba o apruebe en materia de ense�anza, y de hacer que sus hijos o pupilos reciban la educaci�n religiosa moral que est� de acuerdo con sus propias convicciones.

4. La Declaraci�n Americana y la Declaraci�n Universal contemplan tres aspectos diferentes de la educaci�n: el acceso, el contenido, y la preferencia. Por su parte, el Pacto Internacional afirma conceptos similares aunque a�ade el componente de la promoci�n de la educaci�n para adultos y las becas. El Pacto tambi�n otorga a los padres el derecho de promover el desarrollo moral de sus hijos, y dispone que para que pueda ejercerse la preferencia educacional debe existir la posibilidad de crear escuelas alternativas, independientes de las creadas por las autoridades p�blicas.

 

B. EL MARCO LEGAL

5. En relaci�n al derecho a la educaci�n, la Constituci�n de Cuba establece lo siguiente:

Art�culo 38. El Estado orienta, fomenta y promueve la educaci�n, la cultura y las ciencias en todas sus manifestaciones.

En su pol�tica educativa y cultural se atiene a los postulados siguientes:

a. fundamenta su pol�tica educacional y cultural en la concepci�n cient�fica del mundo, establecida y desarrollada por el marxismo-leninismo;

b. la ense�anza es funci�n del Estado. En consecuencia, los centros docentes son estatales. El cumplimiento de la funci�n educativa y constituye una tarea en la que participa toda la sociedad y se basa en las conclusiones y aportes de la ciencia y en la relaci�n m�s estrecha del estudio con la vida, el trabajo y la producci�n;

c. promover la formaci�n comunista de las nuevas generaciones y la preparaci�n de los ni�os, j�venes y adultos para la vida social.

Para realizar este principio se combinan la educaci�n general y las especializadas de car�cter cient�fico, t�cnico o art�stico, con el trabajo, la investigaci�n para el desarrollo, la educaci�n f�sica, el deporte y la participaci�n en actividades pol�ticas, sociales y de preparaci�n militar;

ch. la ense�anza es gratuita. El Estado mantiene un amplio sistema de becas para los estudiantes y proporciona m�ltiples facilidades de estudio a los trabajadores a fin de alcanzar la universalizaci�n de la ense�anza.

La ley precisa la integraci�n y estructura del sistema nacional de ense�anza, as� como el alcance de la obligatoriedad de estudiar y define la preparaci�n general b�sica que, como m�nimo, debe adquirir todo ciudadano.

d. es libre la creaci�n art�stica siempre que su contenido no sea contrario a la Revoluci�n. Las formas de expresi�n en el arte son libre;

e. el Estado a fin de elevar la cultura del pueblo, se ocupa de fomentar y desarrollar la educaci�n art�stica, la vocaci�n para la creaci�n y el cultivo del arte y la capacidad para apreciarlo;

f. la actividad creadora e investigativa en la ciencia es libre. El estado estimula y viabiliza la investigaci�n y prioriza la dirigida a resolver los problemas que ata�en al inter�s de la sociedad y al beneficio del pueblo;

g. el Estado propicia que los trabajadores se incorporen a la labor cient�fica y al desarrollo de la ciencia;

h. el Estado orienta, fomenta y promueve la cultura f�sica y el deporte en todas sus manifestaciones como medio de educaci�n y contribuci�n a la formaci�n integral de los ciudadanos;

i.el Estado vela por la conservaci�n del patrimonio cultural y la riqueza art�stica e hist�rica de la naci�n. Protege los monumentos nacionales y los lugares notables por su belleza natural o por su reconocido valor art�stico o hist�rico;

j. el Estado promueve la participaci�n de los ciudadanos a trav�s de las organizaciones sociales y de masas del pa�s en la realizaci�n de su pol�tica educacional y cultural.

Art�culo 39. La educaci�n de la ni�ez y la juventud en el esp�ritu comunista es deber de toda la sociedad.

La ni�ez y la juventud disfrutan de particular protecci�n por parte del Estado y la sociedad.

La familia, la escuela, los �rganos estatales y las organizaciones sociales y de masas tienen el deber de prestar especial atenci�n a la formaci�n integral de la ni�ez y la juventud.

Art�culo 50. Todos tienen derecho a la educaci�n. Este derecho est� garantizado por el amplio y gratuito sistema de escuelas, semi-internados, internados y becas, en todos los tipos y niveles de ense�anza, y por la gratuidad del material escobar, lo que proporciona a cada ni�o y joven, cualquiera que sea la situaci�n econ�mica de su familia, la oportunidad de cursar estudios de acuerdo con sus aptitudes, las exigencias sociales y las necesidades del desarrollo econ�mico-social.

Los hombres y mujeres adultos tienen asegurado este derecho, en las mismas condiciones de gratitud y con facilidades espec�ficas que la ley regula, mediante la educaci�n de adultos, la ense�anza t�cnica y profesional, la capacitaci�n laboral en empresas y organismos del Estado y los cursos de educaci�n superior para los trabajadores.

Art�culo 51. Todos tienen derecho a la educaci�n f�sica, al deporte y a la recreaci�n.

El disfrute de este derecho est� garantizado por la inclusi�n de la ense�anza y pr�ctica de la educaci�n f�sica y el deporte en los planes de estudio del sistema nacional de educaci�n; y por la amplitud de la instrucci�n y los medios puestos a disposici�n del pueblo, que facilitan la pr�ctica masiva del deporte y la recreaci�n.

 

C. LA PRACTICA

6. Cualquier esfuerzo para proporcionar una educaci�n formal a un pueblo debe comenzar con el problema de la alfabetizaci�n ya que la poblaci�n debe tener, en primer lugar, la posibilidad concreta de aprender a leer y escribir. El nivel de alfabetizaci�n es un �ndice del potencial que un pueblo tiene para su futuro desarrollo educativo. En 1953 la tasa de analfabetismo en Cuba era de 23.6% para la poblaci�n mayor de 10 a�os. Hab�a 1.032.849 personas que no sab�an ni leer ni escribir; en otras palabras, la educaci�n formal les estaba vedada.

7. El analfabetismo no estaba distribuido de manera regular, ya que exist�an marcadas diferencias entre las provincias. Por ejemplo, la provincia de La Habana, donde estaban concentrados la mayor�a de los recursos pol�ticos y econ�micos del pa�s, ten�a una tasa de analfabetismo de un 9.2%, pero la provincia de Oriente, una regi�n azucarera cr�tica con un gran n�mero de poblaci�n de raza negra pobre, ten�a una tasa de analfabetismo de un 35.3%. Todas las otras provincias ten�an una tasa de analfabetismo de por lo menos el doble de la capital.1

8. Las diferencias no se presentaban solamente entre las provincias, sino que �stas eran tambi�n el resultado de la clase social y del lugar de residencia de la persona. Las zonas rurales, con un gran n�mero de campesinos y de ocupantes ilegales de terrenos y una alta tasa de desempleo, ten�an un nivel de analfabetismo mucho m�s alto que las ciudades. El analfabetismo en las �reas rurales era casi el doble del promedio nacional, 41.7%, mientras que las zonas urbanas registraban solamente un 11.6%.

9. La gran mayor�a de los ni�os no asist�an a la escuela. En 1953 "los ni�os entre las edades de 6 y 9 a�os de edad representaban 558.000 habitantes de los cuales 385.000, es decir el 84%, eran analfabetos. El porcentaje de analfabetos en la poblaci�n urbana de 6 a 14 a�os fluctuaba de un 44.5% en La Habana a un 81.2% en la provincia de Oriente".2 Sin embargo, en las zonas rurales fluctuaba entre 64.1% en Pinar del R�o y 89.5% en Oriente, mientras el resto de las provincias se encontraban entre estas dos cifras.

10. Al comienzo del actual proceso pol�tico la infraestructura educativa (edificios, aulas, materiales, etc.) era muy pobre. En un estudio efectuado por la Universidad de Las Villas en 1959, por ejemplo, se revel� que "el 96.2% de todas las escuelas de la provincia ten�an solamente una sala de clases, y en esa aula se reun�an a la misma vez los estudiantes que fluctuaban entre el primero y el sexto curso y recib�an instrucci�n del mismo profesor. El promedio era de 38 estudiantes por aula pero con s�lo 20 pupitres. El 80% de las escuelas eran de madera mientras el 45% ten�an techo de paja, el 86% carec�an de ba�os y s�lo el 3% de ellas ten�a agua en tuber�a interna. El n�mero promedio de libros por estudiante era de uno, aunque se impart�an aproximadamente 15 materias diferentes".3

11. A pesar de que la educaci�n primaria en la d�cada de 1950 era obligatoria y gratis por ley, no era accesible a un considerable segmento de la poblaci�n debido a la incidencia de diversos factores culturales y socioecon�micos. La educaci�n secundaria, t�cnica, profesional y universitaria era a�n m�s limitada.

12. El acceso a una buena educaci�n formal depend�a tambi�n, en gran medida, de la posibilidad de poder pagar por ella. La educaci�n para adultos era pr�cticamente inexistente, ya que el Estado no le otorgaba prioridad y las becas eran muy escasas. Las personas y las instituciones ten�an libertad para establecer instituciones educativas de acuerdo a sus propias espectativas y concepciones.

13. A partir de 1959 las autoridades estatales comprometieron importantes recursos para cambiar el sistema educativo, lo cual inclu�a expandir sus beneficios a sectores m�s amplios de la poblaci�n. En la primavera de 1961, todas las escuelas privadas fueron nacionalizadas y se implant� un sistema uniforme y nacional de educaci�n. La educaci�n se impart�a gratis a todos los niveles y las oportunidades educativas se hicieron "accesibles a todos los ciudadanos cubanos que pod�an y deseaban estudiar, sin importar el sexo, raza o condici�n socioecon�mica".4

 

1. Alfabetizaci�n

14. Una vez establecido el marco jur�dico y organizativo, se tomaron medidas para eliminar el analfabetismo. Los primeros pasos fueron dados en 1959-1960, pero la mayor y m�s sistem�tica campa�a a nivel nacional se inici� en 1961. La Comisi�n Econ�mica para Am�rica Latina (CEPAL) ha se�alado que participaron 100.000 estudiantes, as� como 13.000 trabajadores, 120.000 ciudadanos y 34.800 maestros. (Este grupo comprend�a los alfabetizadores). La CEPAL ha indicado que el analfabetismo entre la poblaci�n mayor de 10 a�os disminuy� de un 23.8% a menos de un 3.9%.5 En otras palabras, de un total de 929.207 analfabetos identificados, se le ense�� a leer y a escribir a 707.212 de ellos; 221.995 no aprendieron.6

15. Para 1962 el n�mero de analfabetos en las provincias hab�a sido reducido considerablemente en comparaci�n con 1953. La reducci�n ocurri� de la siguiente manera: Pinar del R�o de un 30.8% a un 5.1%; La Habana de un 9.2% a un 1.4%; Matanzas de un 19.2% a un 3.2%; Las Villas de un 24.8% a un 3.9%; Camag�ey de un 27.3% a un 5.5% y Oriente de un 35.3% a un 5.2%.

16. Se ha estimado que para la d�cada de 1970 m�s del 93% de la poblaci�n cubana estaba alfabetizada.7 No es posible, sin embargo, determinar la situaci�n actual en t�rminos de analfabetismo funcional.

 

2. Educaci�n Primaria para Adultos

17. Como parte de una pol�tica integral, las autoridades cubanas instituyeron un programa de seguimiento educacional con la finalidad de mejorar el nivel educativo de los reci�n alfabetizados. Un autor ha escrito:

"Cuando la campa�a de alfabetizaci�n termin�, se inici� un programa para elevar el nivel educativo de los trabajadores y campesinos, y se ofreci� la oportunidad escolar a nivel primario y secundario en las granjas, industrias, oficinas, y escuelas nocturnas. En primer lugar se ofrecieron cursos en automejor�a para m�s de 500.000 adultos por medio de los cuales pod�an lograr hasta el tercer curso. A continuaci�n, cursos de seguimiento que permit�an a los estudiantes llegar hasta el sexto curso fueron iniciados. Aquellos que se graduaban pod�an matricularse m�s tarde en el programa educativo para trabajadores-campesinos y completar su educaci�n yendo a una escuela vocacional o a la universidad".8

18. Cabe se�alar al respecto que se hicieron los ajustes necesarios en los horarios de trabajo para facilitar la educaci�n para adultos con logros significativos.

19. En 1958-1960 la matr�cula aument� en un 170% y en 1053% en el per�odo 1960-1964, estabiliz�ndose despu�s. Se han llevado a cabo numerosos programas de urgencia para educar a los adultos, los cuales a veces han fracasado. Se ha considerado que "el alto n�mero de estudiantes que abandonan los estudios correspondientes a los a�os 1964-1965 sugiere que los programas urgentes para educar a los adultos, tal como el llevado a cabo en esos a�os, no siempre tienen �xito".9 Tambi�n se ha indicado que "la disminuci�n en la matr�cula ocurrido a principios de la d�cada de 1970 puede tomarse como una indicaci�n del �xito a largo plazo del programa en asegurar un nivel b�sico de alfabetizaci�n en la sociedad cubana".10

20. En verdad, mayor n�mero de adultos, en particular obreros y campesinos, han sido alfabetizados. Un estudio efectuado en 1960 sobre obreros afiliados a sindicatos, revel� que el 53% de los trabajadores muestreados no ten�an m�s de 2 a�os de educaci�n escolar y solamente el 19% hab�a avanzado m�s all� del sexto curso.11 A�n en 1973, cuando se efectu� otro censo de la clase trabajadora, alrededor del 50% de las personas contactadas no hab�an terminado el sexto curso,12 pero entre 1973-1982 se efectu� un progreso notable. A principios de 1980, la Confederaci�n Cubana de Trabajadores declar� que 1.258.528 trabajadores hab�an completado la educaci�n primaria durante el per�odo 1959-1980.13

21. Quiz�s tan importante como el n�mero de adultos con una educaci�n de sexto grado es el cambio que ha ocurrido en el tipo de educaci�n para adultos. El programa para obreros-campesinos se preocup� por la educaci�n b�sica. Para 1964-1965, el 97.7% de todos los estudiantes adultos estaban matriculados en este tipo de programa, pero este n�mero disminuy� progresivamente a un 87.5% (1969-1970) y a un m�nimo de un 55.4% (1977-1978). La educaci�n secundaria, t�cnica, de idiomas y superior est� atrayendo cada vez m�s estudiantes; el nivel m�nimo de educaci�n, que es ahora el sexto grado, les ha permitido optar por ellas.

 

3. Educaci�n Primaria, Secundaria y T�cnica

22. La tasa de matr�cula a nivel primario ha avanzado notablemente desde 1959. Existe un consenso general entre los estudiosos de la situaci�n cubana en cuanto al marcado progreso que ha ocurrido en este aspecto. Por ejemplo, la CEPAL ha informado que "la expansi�n de la educaci�n primaria ha ocurrido muy r�pidamente, sobrepasando el crecimiento de la poblaci�n hasta 1973 y tendiendo a crecer al mismo paso despu�s de 1976".14

23. La ense�anza primaria cubre de los cursos 1 a 6; es obligatoria y gratis. En 1958, el 49% de los ni�os en edad escolar (5 a 12 a�os de edad) no iban a la escuela. En 1959 "el 51% de los ni�os en edad de primer a�o de primaria asist�an a la escuela", y a partir de entonces continu� aumentando.15 Ya para 1971-1972, el 96% de los ni�os en edad escolar primaria asist�an a la escuela, cifra que aument� a�n m�s el a�o siguiente cuando el 98.5% de todos los ni�os asist�an a la escuela. Desde entonces la asistencia se ha mantenido a ese nivel, por lo cual puede decirse que en la actualidad la ense�anza primaria en Cuba es pr�cticamente universal.16

24. Las escuelas primarias proporcionan instrucci�n de tipo general que incluye conceptos rudimentarios del marxismo, con �nfasis en los h�roes y en los valores morales, as� como el patriotismo. En 1965 las escuelas primarias introdujeron el concepto del "curso polit�cnico" que fue tomado de los pa�ses socialistas. A trav�s de este tipo de curso se busca familiarizar a los ni�os con el trabajo manual ejecutado con la ayuda de m�quinas y herramientas.

25. Durante un per�odo de veinte a�os (1960-1980) el n�mero de estudiantes que completaron seis a�os de ense�anza lleg� a la cantidad de 2.755.706 (sin contar aquellos que completaron el programa de educaci�n para adultos). La educaci�n primaria se ha convertido en la regla en vez de la excepci�n.17

26. Cabe se�alar tambi�n que "al terminar la escuela primaria, los estudiantes son exhortados a continuar su educaci�n hasta la edad de 17 a�os como una ‘obligaci�n moral’".18 La pol�tica educativa de los a�os 50 distaba mucho de esta situaci�n; de hecho, en 1960, un a�o despu�s que la revoluci�n lleg� al poder, solamente el 43% de la poblaci�n escolar que pod�a asistir a la escuela secundaria (de los 12 a 17 a�os de edad), lo hac�an. Veinte a�os m�s tarde, la asistencia escolar en ese nivel de edad hab�a llegado a un 83.4%.19 Ahora la ense�anza es obligatoria hasta el 9o. grado para los ni�os.

27. El sistema escolar de secundaria es complejo. Existen tres caminos diferentes: (1) las escuelas b�sicas del nivel secundario (equivalente a los cursos 7 a 10); (2) las escuelas t�cnicas del nivel secundario (con una duraci�n de tres a�os); (3) las escuelas para capacitaci�n docente para el nivel primario (programa de cinco a�os). Cada uno de estos niveles ha crecido a trav�s de los a�os, pero los aumentos m�s notables tuvieron lugar en la d�cada de 1970, cuando los alumnos que hab�an terminado la educaci�n primaria comenzaron a entrar al sistema secundario.20

28. De 1960 a 1980 las escuelas preparatorias de universidad graduaron 154.352 personas (80.8% de ellos se graduaron despu�s de 1971). El sistema de ense�anza b�sica secundaria gradu� durante el mismo per�odo a 574.800 alumnos. Asimismo, m�s de un mill�n de personas ha recibido educaci�n secundaria desde 1959.21

29. La distribuci�n de los recursos y estudiantes para el nivel secundario ha sido alterado considerablemente. La Comisi�n Econ�mica para Am�rica Latina ha observado que en 1960 las zonas rurales contribuyeron con s�lo el 2% de la matr�cula total; a�n en 1967 �stas ten�an el 2.7% de todos los alumnos de secundaria. En la medida en que durante la d�cada de 1970 se constru�an m�s escuelas en el campo, la matr�cula mejor�. En 1978, las zonas rurales ten�an el 37.7% de los estudiantes y una proporci�n similar se gradu�. En otras palabras, los habitantes de la ciudad est�n sobre-representados en la educaci�n secundaria, pero en un n�mero marcadamente menor que hace veinte a�os.

30. Despu�s de terminar la ense�anza b�sica secundaria, los estudiantes tienen la opci�n de la preuniversitaria o el entrenamiento t�cnico. Las escuelas se encuentran distribuidas en todo el pa�s, la ense�anza a ese nivel es mucho m�s especializada y los cursos exigen gran dedicaci�n. Para ingresar a estas escuelas, el aspirante debe alcanzar altas notas de admisi�n. Estos dos tipos de escuela han entrenado estudiantes de manera masiva s�lo durante la d�cada de 1970. Entre 1961 y 1980 las escuelas t�cnicas graduaron a 285.100 personas. Sin embargo, solamente en1982 graduaron a 58.440 alumnos.

31. Completar el entrenamiento t�cnico le permite a una persona convertirse en un trabajador calificado o un t�cnico de nivel medio. Aquellos que se grad�an pueden continuar sus estudios en un instituto tecnol�gico por cuatro a�os.

 

4. La Ense�anza Superior

32. Antes del actual proceso pol�tico, el acceso a la educaci�n superior hab�a sido limitado debido a que s�lo un peque�o sector de la poblaci�n llegaba a ese nivel de la pir�mide educativa. En los primeros a�os del presente r�gimen la matr�cula declin� considerablemente; solamente despu�s de 1964 lleg� a superar los niveles anteriores a 1959. En la segunda mitad de la d�cada de 1960 el aumento fue estable, alcanzando aproximadamente un 7.1% anual. Sin embargo, en la siguiente d�cada ocurri� un fen�meno diferente: la matr�cula aument� a partir de los primeros a�os de la d�cada de 1970 (como en todos los otros niveles, excepto el nivel primario). En 1980 Cuba gradu� a nivel universitario m�s estudiantes que la totalidad de estudiantes graduados en todos los niveles en el a�o acad�mico 1957-1958. Entre 1970 y 1980 el nivel de graduaci�n aument� en un 641%. 22

33. Las universidades est�n estrechamente vinculadas con el proceso de producci�n; en consecuencia, se espera que los estudiantes realicen trabajo pr�ctico en un centro relacionado con su especialidad o carrera. En 1953 solamente 5.5 personas en el grupo de edad de 20 a 24 a�os asist�an a la universidad; veintisiete a�os m�s tarde, la cifra era de 23.8%.23 No existen datos sobre el n�mero de estudiantes provenientes de las zonas rurales que asisten a la universidad o que se grad�an. La tasa de graduaci�n, sin embargo, ha mejorado notablemente. En 1970, s�lo uno de cada cuatro estudiantes que iniciaban la carrera universitaria se graduaba; diez a�os m�s tarde el promedio se hab�a elevado a uno de cada dos estudiantes.24

 

5. Crecimiento de los Recursos en el Sector Educativo

34. La expansi�n educativa ha hecho el sistema accesible para 3.5 millones de personas, es decir, en la actualidad uno de cada 2.83 cubanos estudia. Para poder cumplir con tan alta demanda, fue necesario invertir grandes sumas en la construcci�n de escuelas, en la capacitaci�n de maestros y en la creaci�n de una infraestructura adecuada. En 1958, Cuba ten�a 7.567 escuelas primarias, 171 escuelas secundarias y 3 universidades p�blicas. En 1978 hab�an 13.115 escuelas primarias, 1.038 escuelas secundarias y 39 centros de educaci�n superior (cifras correspondientes a 1982).

35. Una de las dificultades m�s serias que han tenido que superar las autoridades cubanas ha sido capacitar un cuerpo docente competente. De acuerdo a un autor:

"Uno de los problemas enfrentados por la revoluci�n ha sido la aguda escasez de maestros. Esto ha sido el resultado de dos factores diferentes: por un lado, el aumento sin precedentes de la poblaci�n estudiantil absorbi� el n�mero disponible de maestros de primaria y secundaria, y por el otro, la fuga de la clase profesional, particularmente a partir de 1960, dren� los recursos educativos del pa�s. Con tal problema, las autoridades revolucionarias se vieron forzadas a poner en pr�ctica medidas de emergencia. Los estudiantes con estudios secundarios fueron entrenados r�pidamente (en pocas semanas), para dar clases en las escuelas primarias de las zonas rurales… Al mismo tiempo, instructores sin certificado, llamados maestros populares, que proven�an principalmente de aquellos que participaron en la campa�a de alfabetizaci�n de 1961 y sin tener un nivel educativo del 6o. grado, cumplieron con un curso de emergencia para ense�ar en el primer nivel de las escuelas primarias. Los maestros populares fueron entrenados sobre la marcha, cada s�bado y en un curso de cuarenta y cinco d�as durante las vacaciones, por un per�odo de cuatro a�os, despu�s del cual eran considerados como maestros plenamente certificados. Para 1969, cerca del 60% de todos los instructores de las escuelas primarias surg�an de este grupo. En el nivel secundario el personal de ense�anza ha estado compuesto de estudiantes avanzados, estudiantes universitarios y maestros calificados. En 1967 hab�an 36.000 estudiantes avanzados empleados a este nivel".25

36. Estas medidas preventivas cumplieron con la demanda cuantitativa, pero no resolvieron la cuesti�n de la calidad en la ense�anza. En 1973 s�lo el 36% de los maestros de nivel primario hab�an sido capacitados formalmente, pero gracias a un ingente esfuerzo encaminado a resolver este problema, ya para 1971 la mayor�a de los maestros estaban calificados con el 9o. grado como m�nimo, as� como el entrenamiento adecuado. En 1980, por primera vez, todos los maestros de primaria ten�an t�t7ulo, pero no existen cifras oficiales sobre la situaci�n en otros niveles del sistema. Para el a�o escolar 1978-1979 el n�mero de maestros de primaria, en comparaci�n con el a�o 1958, hab�a crecido 3.5 veces, mientras que los maestros a nivel secundario y universitario se hab�an multiplicado 13.6 y 9.6, respectivamente.26

37. Aunque la educaci�n es gratis, es dif�cil para algunas personas estudiar porque tienen que trabajar para mantener a sus familias, o la situaci�n familiar es tal que los j�venes no pueden ser enviados lejos debido a la falta de recursos. El Estado cubano ha enfrentado este problema instituyendo un amplio sistema de becas. Desde 1962, las becas cubren la vivienda, la comida, la ropa, los zapatos, el cuidado m�dico y dental, la recreaci�n, un subsidio mensual, el transporte y los gastos de libros. Sin embargo, para recibir una beca deben llenarse varios requisitos: "Todas las personas que reciben becas deben vivir en el internado, asistir a clases diariamente, observar la disciplina escolar, y mantener un alto promedio acad�mico. Adem�s, los becados pueden salir solamente del internado los domingos, deben ser leales a la revoluci�n, y estudiar por lo menos veinte horas a la semana".27

38. Desde 1967 se otorga a los obreros subsidios si los necesitan y si llenan los requisitos universitarios necesarios para la admisi�n, los cuales no tienen que ser reembolsados. En 1980 m�s de medio mill�n de estudiantes fueron becados.

39. Las becas son distribuidas de acuerdo al nivel educativo. En 1978, el 44.3% de las becas fueron otorgadas a estudiantes en nivel secundario, el 17.6% a estudiantes en los institutos t�cnicos, el 12.6% a estudiantes pre-universitarios, el 7.1% a estudiantes universitarios y el resto fue dividido entre los estudiantes en programas especiales y en las escuelas primarias. Este a�o, el 16.2% de todos los estudiantes recibieron becas.28

40. Hasta 1980 el Estado cubano gast� $137 pesos per c�pita en la educaci�n, es decir, 16 veces m�s que en 1958.

 

6. Los M�todos y el Contenido Educativo

41. Cabe relevar que los m�todos educativos requieren una fundamental transformaci�n. Antes de 1959, la mayor�a de las escuelas eran paternalistas, jer�rquicas y autoritarias en su enfoque, dependiendo de la ense�anza por repetici�n y con poca experimentaci�n. Esto ha cambiado poco. Se ha se�alado que actualmente los m�todos de ense�anza pueden ser descritos como "catequ�sticos-autoritarios, con un enfoque centrado en el profesor, caracterizado por un profesor dirigi�ndose a una clase de estudiantes pasivos".29  Este m�todo se ha generalizado, inclusive a nivel universitario, porque aparentemente toda la educaci�n es en Cuba esencialmente pol�tica, y el pa�s tiene una ideolog�a pol�tica oficial, la cual, por definici�n, est� por encima y fuera del alcance de todo cuestionamiento. Esto lleva a una dependencia en la autoridad de los maestros y a la inexistencia de una vida democr�tica en las aulas, excepto entre los estudiantes mismos.

42. Cabe poner de manifiesto igualmente que ni los padres ni los tutores legales tienen el derecho de escoger para sus hijos escuelas distintas o independientes, ya que �stas no existen ni est�n permitidas en Cuba. La educaci�n es prerrogativa exclusiva del Estado y la Constituci�n cubana de 1976 ha formalizado este monopolio.

43. En cuanto al contenido educativo, las escuelas cubanas est�n obligadas a seguir las pautas trazadas por el marxismo-leninismo, interpretado por el Estado. La ense�anza educativa y moral es impartida por el Estado y no por los padres, al menos dentro de las escuelas. Se tiene raz�n cuando se observa que "la educaci�n cubana sufre de una falta de libertad".30 Esto es as� debido a varias consideraciones: (1) porque no existen escuelas aut�nomas; (2) porque no existen formas alternativas de enfocar la realidad dentro del sistema escolar, ni siquiera de tomar conocimiento de otros puntos de vista, ya que la censura es rigurosa.

44. La educaci�n cubana aparenta promover la tolerancia racial y �tnica, y trata conscientemente de reducir los prejuicios basados en el sexo (esto �ltimo es un hecho reciente). Asimismo, trata de promover la amistad entre los pueblos (testimonio de esto lo constituye los miles de j�venes extranjeros que reciben educaci�n en la Isla). Sin embargo, no se toleran puntos de vista religiosos o pol�ticos contrarios a los del Estado.

45. Como cuesti�n de pol�tica y principio, el sistema educativo discrimina por cuestiones pol�ticas. Esto sucede en particular a partir del nivel secundario, y ocurre tambi�n con respecto a las becas. A trav�s de los a�os se han denunciado casos de estudiantes y maestros que han sido expulsados o que han perdido sus trabajos por no aceptar los requisitos pol�ticos o ideol�gicos aprobados por el Estado. As�, durante el mes de abril de 1971 se celebr� en La Habana en un Congreso Cultural y Educativo, cuya declaraci�n final estableci� que el personal escolar a todos los niveles depender�a de los criterios pol�ticos, ideol�gicos y morales determinados por el Estado.31 M�s recientemente, el 12 de marzo de 1980, el Gobierno emiti� el Decreto Ley No. 34 que establece que los estudiantes, maestros y obreros pueden ser expulsados de las instituciones educativas por "difamar o menospreciar p�blicamente las instituciones de la Rep�blica y las organizaciones pol�ticas, sociales y de masas del pa�s, as� como los h�roes y m�rtires". En otras palabras, manifestar una opini�n puede liquidar la posibilidad de acceso a la educaci�n as� como al trabajo. Igualmente, por ejemplo, no se le permiti� continuar su educaci�n a 411 estudiantes que pasaron el examen de admisi�n parar medicina con calificaciones altas, sobre la base de que ten�an "una mala formaci�n pol�tica".

46. Tambi�n a otros se les ha excluido por considerar que eran "moralmente deficientes", lo cual en Cuba tiene la connotaci�n de homosexualidad.32

47. De acuerdo a lo expuesto, puede considerarse que se ha producido un notable progreso en la educaci�n cubana desde 1959. Se ha descrito bien la situaci�n, al se�alar que "Uno de los resultados m�s impresionantes del Gobierno revolucionario cubano es la expansi�n del �mbito del sistema educativo. Hay ahora en Cuba m�s personas educadas que nunca, incluyendo m�s adultos. La educaci�n se percibe ahora como algo relevante para un n�mero mayor de temas, desde la manera en que se administra el hogar hasta la manera en que se administra el gobierno".33

48. La educaci�n primaria y secundaria es accesible a todos, es gratis a todos los niveles y obligatoria hasta el 9o. curso.

49. La educaci�n t�cnica, vocacional y universitaria alcanza ahora m�s que nunca a una mayor parte de la poblaci�n. La educaci�n para adultos ha sido una preocupaci�n continua para el Estado, la cual ha fomentado e intensificado y los resultados positivos han sido numerosos.

50. La dificultad econ�mica no es obst�culo determinante para asistir a la escuela. Las becas proporcionan m�s oportunidades que antes, y las condiciones materiales para la ense�anza han sido mejoradas.

51. Ni la clase social, ni la raza, ni el sexo, parecen jugar un papel en el acceso a la educaci�n. El lugar de residencia todav�a conspira en contra de la poblaci�n rural, pero la tendencia es hacia una mayor igualdad entre las �reas urbanas y rurales, lo cual representa una gran diferencia con el pasado. Sin embargo, la discriminaci�n educativa por razones pol�ticas y a�n religiosas es un hecho que se mantiene y que debe ser enf�ticamente condenado.

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1  Datos estad�sticos oficiales citados por Nelson P. Vald�s, "The Radical Transformation of Cuban Education" en Cuba in Revolution, Rolando E. Bonachea y Nelson P. Vald�s, eds., New York, Doubleday, 1972, p�gs. 422-423.

2  Ib�dem, p�g. 423.

3  La Educaci�n Rural en Las Villas, Santa Clara, Universidad Central de Las Villas, 1959.

4  Proceedings of UNESCO General Conference, 14th Session, 1966, p�g. 498.

5  CEPAL, "Cuba …" op. cit., p�gs. 88-92.

6  Verde Olivo (La Habana), 16 de agosto de 1968, p�gs. 40-43.

7  Mesa-Lago, C., "The Economy …" op. cit., p�g. 165.

8  Vald�s, N.P., "The Radical …" op. cit., p�g. 429.

9  Dom�nguez, J., "Cuba: …" op. cit., p�g. 167.

10  Ib�dem.

11  Granma Resumen Semanal, 25 de abril de 1982, p�g. 16.

12  Bohemia, 26 de septiembre de 1980, p�g. 5.

13  Granma, 10 de enero de 1980, p�g. 2.

14  CEPAL, "Cuba …" op. cit., p�g. 91.

15  Paulston, Roland G., The Educational System of Cuba, U.S. Departament of Health, Education and Welfare, Washington, D.C., 1976, p�g. 6.

16  Bohemia, 2 de noviembre de 1973, p�g. 37; 12 de septiembre de 1980, p�gs. 58-63; 7 de abril de 1972, suplemento, p�g. 19; Granma Resumen Semanal, 18 de abril de 1982, p�g. 2; 18 de abril de 1982, p�g. 16.

17  Comit� Estatal de Estad�sticas, Anuario Estad�stico de Cuba 1975, Anuario Estad�stico de Cuba 1978, Bohemia, 12 de septiembre de 1980, p�gs. 58-63.

18  Paulston, R.G., The Educational … op. cit., p�g. 6.

19  Iglesias, Enrique V., "Development and Equity: The Challenge of the 1980s", CEPAL REVIEW, No. 15, diciembre 1981, p�g. 13; Bohemia, 12 de septiembre de 1980, p�gs. 62-63; GRS, 14 de marzo de 1982, p�g. 3.

20  Paulston, R.G., "The Educational … op. cit., p�g. 6.

21  CEPAL, "Cuba …" op. cit., p�g. 89.

22  CEPAL, "Cuba …" op. cit., p�g. 89.

23  Mesa-Lago, C., "The Economy …" op. cit., p�g. 165; fue empleada una cifra de 749.995 personas entre los 20 y 24 a�os al 31 de diciembre de 1979, as� como una poblaci�n universitaria de 178.519. Ver: Comit� Estatal de Estad�stica, Anuario Demogr�fico de Cuba 1979, La Habana, 1981, p�g. 15.

24  CEPAL, "Cuba …" op. cit., p�g. 89.

25  CEPAL, "Cuba …" op. cit., p�g. 101.

26  Ib�dem, p�g. 89; Cuba en Cifras 1979.

27  Vald�s, N. P., "The Radical …" op. cit., p�g. 440.

28  Anuario Estad�stico de Cuba 1978.

29  Bowles, Samuel, "Cuban Education and the Revolutionary Ideology", Harvard Educational Review, Vol. 41, No. 4, noviembre 1971, p�g. 497.

30  Dom�nguez, Jorge, "Assessing Human Rights Conditions", en Jorge I. Dom�nguez, et al, Enhancing Global Human Rights, New York, McGraw Hill, 1979, p�g. 51.

31  Granma Resumen Semanal, 23 de abril de 1971; 9 de mayo de 1971, p�gs. 7-9.

32  Bohemia, 19 de marzo de 1982, p�g. 46.

33  Dom�nguez, J., "Assessing …" op. cit., p�g. 50.