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CAPÍTULO II

LOS DERECHOS SOCIALES Y ECONÓMICOS EN EL BRASIL

 

1. La adopción de medidas para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales es un compromiso internacional asumido por Brasil al ratificar la Convención Americana sobre Derechos Humanos según su Artículo 26, que señala que esos derechos son los "contenidos en la Carta de la OEA...". Al respecto, la Carta de la OEA en su Artículo 33 indica que entre los objetivos básicos de su desarrollo integral convenidos por los países en la Carta, se encuentran la igualdad de oportunidades, y la distribución equitativa de la riqueza y de la renta. La Comisión considera importante incluir en este informe un sucinto panorama de la situación socioeconómica de Brasil, pues ademas de lo antedicho, los particulares desequilibrios en la distribución de la renta y de oportunidades en Brasil son a juicio de la Comisión, factor central generador de situaciones propicias a la violencia y a la violación de los derechos humanos.

2. Cumple al Estado promover su desarrollo integral con total soberanía en cuanto a su políticas y estrategias, pero de acuerdo a ese compromiso estos objetivos son indeclinables. Más aún, los estudios señalan la importancia de las decisiones del Estado en el mejoramiento de estas situaciones, y concretamente para el Brasil se ha demostrado que "la variación significativa entre Estados (federales) en cuanto a condiciones de pobreza que no es explicada sólo por diferencias de ingreso, sugiere que las políticas y estructura económica son también variables importantes"(1).

3. Tal como señala un amplio informe del Banco Mundial sobre el tema: "La pobreza recibe mayor atención en el Brasil actual que en el pasado por varias razones. El Presidente Fernando Henrique Cardoso ha hecho de la justicia social una prioridad de su administración...".(2) Aun así, aunque en el último año se ha logrado la reducción en el número de indigentes y la relativa mejoría de su capacidad de consumo todavía no se ha logrado modificar cualitativamente la situación.

4. Cuán amplia es la pobreza en Brasil varía según las estimaciones, pero todas resaltan no sólo su magnitud absoluta, sino también la desigualdad extrema de la distribución del ingreso, esta última considerada una de las más inequitativas del mundo.(3) Del total de la población de Brasil, el 20% con mayores ingresos recibió treinta y dos veces más que el 20% con menores ingresos entre 1981 y 1993. Para 1990 CEPAL reporta que de la población urbana el 40% más pobre recibía el 9.64% del producto, mientras el 10% más rico recibía el 41.7% del mismo.(4) Datos oficiales para 1994 señalan que el 20% más pobre recibe el 2% del ingreso nacional y el 10% más rico recibe el 49.7% del mismo.(5)

5. La diferencia entre las ciudades y las zonas rurales es igualmente significativa: 66% de la población rural de Brasil está por debajo de la línea de pobreza, comparado con el 38% que es la cifra de pobreza urbana. Debe señalarse que la proporción de pobres urbanos está creciendo como consecuencia del éxodo de pobres rurales a las ciudades.

6. Las estimaciones más conservadoras(6) indican que 24 millones de brasileños estaban bajo la línea de pobreza en 1990, o sea el 17.4% de su población. Otros análisis como el "Mapa del Hambre"(7) estima que 22% de la población (o 32 millones) es pobre; y aún otros estiman que hay 42 millones de pobres, de los cuales 17 millones son indigentes (en extrema pobreza).(8) Otras estimaciones con distintos indicadores llevan esa cifra al 43.6% de la población.(9) El Gobierno indica que como resultado del Plan Real, la proporción de pobres que era de 33,4% en 1994 se redujo a 27.8% en 1995 y 25.1% en 1996. La porción de la renta que fue al 50% más pobre de la población aumentó de 11.3% al 12,3%. En consecuencia, el grado de desigualdad cayó de 5,73 en 1994 a 5,13 en 1995 y a 5,07 en 1996.(10)

7. La desigualdad en el ingreso se acentúa por la similar desigualdad en el acceso a servicios públicos básicos: 20.3% de la población no tiene acceso a agua potable, ni 26,6% a servicios sanitarios (desagües, cloacas, etc.), aunque la situación ha mejorado desde 1975-80, época en que casi el doble de ese porcentaje de la población carecía de ellos. Igual fenómeno presentan indicadores como el de mortalidad infantil, que es de 57 por mil (uno de los más altos de América) pero que era de a 116 /00 en la década de los sesenta. Similarmente en educación, ya que 3.215.000 niños de 6 a 12 años estaban sin servicio de escolaridad en 1992, aunque la tendencia es positiva ya que el analfabetismo adulto bajó del 34% en 1970 al 18% en 1990/95.(11) En síntesis, la situación es grave, aunque era mucho más grave hace veinte años.

8. El análisis de la distribución del gasto público en servicios sociales (salud, educación, seguridad social) muestra que está distorsionado en favor de los ricos, (12) que reciben los mayores beneficios, cuando por definición ese gasto público debe favorecer compensatoriamente a las familias pobres para ayudarlas a reducir su desigualdad en el acceso a oportunidades y servicios básicos.

9. Como los niños constituyen una porción mayor de los sectores pobres que de las capas medias y ricas, y son los miembros más vulnerables de la sociedad, esa mala distribución de beneficios afecta especialmente a los niños pobres, entre otras con las consecuencias que se analizan en el capítulo correspondiente. 15% de los niños brasileños estaban en situación de desnutrición crónica en 1989 y esa proporción subía al 23 y 27% en el Norte y Nordeste respectivamente.(13)

10. Brasil es un país muy diverso y la desigualdad social se manifiesta también regionalmente. La proporción de pobres varía desde un 7% de los residentes urbanos del Estado de Curitiba y Porto Alegre hasta el 44% entre los habitantes rurales del Nordeste. Más de la mitad de los brasileños pobres viven en el Nordeste, situación que entre otras es una de las fuentes de los problemas que se analizan en el capítulo sobre "trabajos forzados" entre los trabajadores rurales. En general la población rural está en peores condiciones de pobreza y acceso a servicios que sus contrapartes urbanos, y así es que pese a que tres cuartos de la población es urbana, la mitad de los pobres son residentes rurales.(14)

11. Otro determinante de la pobreza es el origen racial. Los negros y mulatos constituyen un sector desproporcionadamente alto de los pobres, ya que siendo el 42.5% de la población total, constituyen el 62.4% de los pobres.(15)

12. El Gobierno actual ha reconocido la gravedad de dicha situación(16), y su conexión entre otros factores, con la mala distribución de la tierra, y otros aspectos de la economía rural. En el capítulo correspondiente la Comisión analiza los problemas de derechos humanos conectados directamente con la concentración de la propiedad de la tierra y las condiciones de trabajo rural. En los últimos meses el Gobierno ha tomado algunas medidas importantes al respecto, especialmente con respecto a suprimir privilegios fiscales y de otro tipo que facilitaban el mantenimiento de fundos improductivos y la concentración de la tierra, situaciones estas últimas de consecuencias explosivas y de violación a los derechos humanos, considerando que grandes sectores de los campesinos y trabajadores rurales no tienen acceso a la propiedad de la tierra y recursos productivos.

13. Debe resaltar la Comisión el magro resultado del desempeño del Gobierno entre 1980 y 1990, década en la que según el Banco Mundial "no ha habido virtualmente reducción de la pobreza en Brasil, si consideramos --dice el informe-- no sólo la proporción de los que son pobres, sino cuán pobres son, y las condiciones de los grupos más pobres"; y que los sectores más pobres fueron los que más sufrieron las tendencias económicas de la década de los 80s.(17)

14. Según información suministrada por el Gobierno a la Comisión, de 1986 a 1996, la mortalidad infantil cayó, siendo la tasa para esa década de 48 muertes por cada 1.000 nacidos vivos. Se prevé que en el año 2.000 la proporción llegará a 31.2% por mil. También informa sobre la disminución de la desnutrición infantil, que pasó del 15.7% en 1989 a 10.5% en 1993, aunque en las áreas rurales es del 16.3%. Igualmente que se amplió la red de distribución de agua corriente y de desagues, y los datos apuntan hacia una mejoría general de las condiciones de salud de los niños. Cerca del 90% de los niños y niñas de 5 a 14 años concurren a la escuela. Según esa información, de 1993 a 1995, 13 millones de brasileños lograron superar la línea de la pobreza, y el consumo de alimentos y proteínas en las capas más humildes de la población aumentó significativamente.

15. Considera la Comisión especialmente útil referirse a estas obligaciones internacionales de Brasil en cuanto a la pobreza y la distribución del ingreso según la Carta de la OEA y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, notando que según cálculos confiables, "sería posible eliminar la pobreza en Brasil (dándole a cada persona pobre lo suficiente para llegar sobre la línea de pobreza) con un costo de menos del uno por ciento del producto bruto interno."(18)

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NOTAS DEL CAPÍTULO II

1. 1. WB. Report 1995. (World Bank) Brazil, A Poverty Assesment, (Report 14323'BR) June 1995. Washington, D. C. (en adelante "WB report 1995"). El ejemplo del Estado de Ceará, uno de los que tienen peor situación en el Nordeste pero que ha establecido políticas exitosas de reducción de pobreza, muestran la capacidad estatal de influir positivamente en estas condiciones.

2. 2. WB. Report 1995, cit. p. 32.

3. 3. PNUD (Programa de Desarrollo de Naciones Unidas) Human Development Report, 1996. Oxford University Press. NY, 1996. De 37 países de todo el mundo y de todo nivel de desarrollo, con datos reportados en este informe, la cifra para Brasil indica la mayor distancia entre el 20% de la población con mayor ingreso y el más pobre.

4. 4. CEPAL (Comisión Económica para América Latina). Panorama Social de América Latina 1995. Santiago de Chile, 1995. p. 145.

5. 5. Embajada de Brasil. Sociedad, Ciudadania y Derechos Humanos, Washington, 1995.

6. 6. WB Report 1995.

7. 7. Peliano, Anna María T.M. Coord. 1993 O Mapa da Fome I'III, Documentos de Política Nº 14.16-IPEA.

8. 8. WB Report 1995.

9. 9. CEPAL, op. cit., p. 145.

10. 10. Tres años del Plan Real. Secretaría de Comunicaciones (www.radiobras.gov.br).

11. 11. PNUD. Human Development Report, op. cit.

12. 12. WB Report 1995. p. 54.

13. 13. Encuesta Nacional de Nutrición (PNSN), 1989.

14. 14. WB Report 1995. p. XI.

15. 15. Rocha, Sonia. Perfil de la Pobreza en Brasil. 1993 Ver el Capítulo sobre "Discriminación Racial". El término racial se utiliza siguiendo la nomenclatura de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

16. 16. Report on the Human Rights situation in Brazil, filed by the Government according to Art. 9 of the International. Convention on the Elimination of All forms of Racial Discrimination. U.N. doc. CERD/C/263 ADD 10, y HRI/CORE/1 Add 53.

17. 17. WB Report 1995, p. 24-25.

18. 18. WB Report 1995. p.18.