CAPITULO
IV
RECIENTES ACONTECIMIENTOS RELATIVOS A PRESOS POLITICOS
A.
El diálogo con respecto a la liberación de los presos políticos
1. El
8 de diciembre de 1978, representantes de la comunidad cubana en exilio (el
Comité de 75) y representantes del Gobierno cubano, concluyeron y firmaron un
acuerdo sobre los problemas de los presos políticos, la reunificación de las
familias y la posibilidad de visita a la Isla para personas de origen o
nacionalidad cubana que viven en otros países.
2. La
parte del Acta Final del acuerdo relevante a la liberación de los presos políticos
dispuso lo siguiente: El
Gobierno de la República de Cuba anunció que procederá a la excarcelación
mediante indulto de tres mil reclusos sancionados por delitos cometidos contra
la seguridad del Estado a la integridad del país y seiscientos reclusos
sancionados por violaciones de las disposiciones legales sobre emigración.
El Gobierno de la República de Cuba autorizará la salida del territorio
nacional y su traslado al de los Estados Unidos de América u otros países, según
la voluntad de las personas que se liberan, de todos aquellos reclusos por
delitos cometidos contra la seguridad del Estado y la integridad del país, y
sus familiares inmediatos que manifestaron su deseo de trasladarse al exterior. Se pondrán en libertad como mínimo cuatrocientas de dichas
personas cada mes. El Gobierno
expresó que únicamente no serán incluidos en estos beneficios personales
responsables de crímenes extremadamente graves en el período de la tiranía o
elementos afines a los grupos terroristas. Todas
las mujeres, sancionadas, sin excepción serán liberadas. El
Gobierno de la República de Cuba expresó que, continuando la política que
viene desarrollando hace años para solucionar la situación personal, social y
familiar de numerosas personas que fueron arrastradas a la contrarrevolución
por los gobiernos de Estados Unidos, autorizará la salida del país de aquellas
personas actualmente en libertad que fueron reclusos por delitos contra la
seguridad del Estado y que desean trasladarse al exterior así como a sus
familiares inmediatos. Estas
personas y sus familiares podrán viajar a los Estados Unidos de América u otro
país tan pronto como reciban los permisos correspondientes de las autoridades
competentes de dichos países. Los
representativos de la Comunidad Cubana en el exterior se comprometieron a
realizar las gestiones necesarias con las autoridades del Gobierno de los EE.UU.
para conseguir las visas de entrada en ese país para los exreclusos y sus
familiares y para los actuales reclusos y familiares que deseen hacerlo. 3.
Ciento treinta y ocho de los presos políticos encarcelados,
supuestamente afectados por “el diálogo”, lo han rechazado por medio de una
declaración “Al Pueblo de Cuba, al Exilio y al Mundo”.
La declaración tiene cuatro disposiciones:
Nosotros, los abajo firmantes, presos políticos que hemos resistido sin
claudicación durante casi veinte años el régimen carcelario más oprobioso y
abusivo de América a lo largo de su historia, desde la posición vertical de
rebeldía, consolidado por un rosario de mártires y una elevada cuota de sangre,
sacrificios y humillaciones, informados y convencidos de que se está utilizando
la cuestión de nuestra posible liberación como engañosa maniobra que
compromete seriamente al exilio y nos afecta muy directamente, exponemos por
este medio, en esta fecha patria memorable, de manera clara y precisa, nuestra
posición: PRIMERO:
Abogamos por la libertad de todos los presos políticos sin exclusión y
por la reunificación de las familias cubanas.
Para esto sólo hay que: a)
ordenar que se abran las rejas de todos los presidios de Cuba para que las
mujeres y hombres, componentes de cada presidio, y que tanto han padecido,
puedan reunirse con sus familiares y, b) autorizar igualmente a los cubanos
residentes en el territorio nacional o en el extranjero, la entrada y salida del
país que han estado solicitando, o que lo hicieran en el futuro, para unirse
temporal o definitivamente a sus respectivas familias.
Per para ninguna de estas medidas hay que acudir a diálogo alguno.
Que hable el Gobierno con hechos concretos si es que desea rectificar en
algo su política de dispersión de la familia cubana.
Tiene escasa fuerza moral para convocar al diálogo quien ha sembrado el
luto y el odio en los hogares cubanos y ha dividido y mantenido arbitrariamente
separada a la familia cubana. SEGUNDO:
Repudiamos el diálogo entre el Gobierno de Castro y supuestos
representantes del exilio cubano; diálogo que con el aval de nuestras
experiencias derivadas de los horrores, atropellos y rejuegos característicos
del régimen, no es mas que una farsa montada por el Sr. Castro con el propósito
de engañar al pueblo de Cuba y al mundo en general; y muy especialmente se
pretende engañar y dividir al exilio con huecas palabras de paz y conciliación
cuando en la realidad se está atizando muy sutilmente la guerra entre los
cubanos que, imposibilitados de vivir bajo condiciones despóticas en el suelo
patrio, hallaron refugio y levantaron sus hogares en otras tierras. TERCERO:
Repudiamos, asimismo, cualquier tipo de diálogo o compromiso que
signifique libertad a precio de claudicación, nadie, absolutamente nadie,
personalidad o miembro de la emigración cubana, está autorizado para concertar
con el Gobierno de Cuba nuestra libertad a cambio de concesiones de nuestra
parte. Nuestra libertad tiene que
ser sin condiciones conforme a nuestra posición histórica mantenida con
singular estoicismo. Igualmente,
ninguna de esas personas podrán adjudicarse nuestra liberación el día que se
produzca. CUARTO:
Si Castro y su Gobierno entienden que es poco el precio por el presidio
político, con su carga de mártires, sus inválidos, sus locos, sus mutilados,
sus tapiados, sus cumplidos y recondenados, sus heroicas mujeres, envejecidas
pero altivas frente a los golpes y las rejas; en fin, si creen que es poco el
precio pagado con tan inmensa suma de sacrificio y dolor humanos, pueden hacer
lo que mejor estimen. Nosotros
estamos seguros de tener aún reservas morales para mantenernos firmes y
decididos frente a la represión como lo hemos estado desde hace casi veinte años.
4.
Huber Matos formaba parte de ese grupo. Desde el exilio comentó sobre su
situación y en particular sobre la situaicón de uno de ellos, Silvino
Rodríguez Barrientos, expresan´ndose en los siguientes términos:
Yo formo
parte de ese grupo y otros compañeros que salieron ya de ese grupo.
Pero quedan unos cuantos, ciento veintipico, de ciento treinta y ocho.
Son compañeros que tienen la situación apretada, la situación cerrada
digamos en cuanto a perspectiva de libertad porque se opusieron en una declaración
pública a todo el revuelo del diálogo. Eso
es una cosa de comedia, si Castro es el que tiene las cárceles, de ser el dueño
de cárceles con decir libertad presto van para la calle y van para el
extranjero, no tiene que llamar a nadie para que le haga de “pala”, como
decimos, para que le haga pues juego de sainete.
Esos compañeros como se opusieron al diálogo, se opusieron a la política
de Castro con respecto a la libertad de los presos políticos, tienen sobre si
el encono de Castro. Con respecto
al asunto particular de un compañero, Silvino Rodríguez Barrientos, es un
preso de que está en Boniato. Es
uno de los más destacados del grupo de ciento treinta y ocho, y que tiene una
situación difícil por ambas razones. Por
lo demás, es un preso que ha ya estado en otras oportunidades al borde de ser
asesinado, se le ha amenazado en más de una oportunidad, la guardia dijo
“tenemos orden de disparar contra ti en cuanto te mantengas en otra actitud de
resistencia o en discusión con ellos, así que hay orden de disparar contra ti”.
Nosotros tuvimos que aconsejar a ese compañero porque estábamos en el
mismo grupo, para que buscara la manera de dejar pasar aquellos días y pasó el
peligro momentáneo, pero siempre estaba señalado como uno de los elementos al
que hay que echar abajo, como el caso mío.
El respaldo que tuve de mucha gente fuera de Cuba, de congresistas, de
gobernantes, me salvó la vida. Pero
ese compañero hasta ahora ha sido anónimo, totalmente anónimo, y contra él
pueden hacer la represalia mañana. Y
hay además esto otro, que los comunistas lo consideran como un hermano mío
porque llevamos muchos años pasando trabajo, pasando toda clase de dificultades,
afrontando vejámenes y atropellos. Ahora
yo salí y estoy hablando, pero contra mi no pueden,
de inmediato, hacer la represalia, a menos que Castro me esté preparando
un asesinato en cualquier esquina, que eso me tiene sin cuidado.
La represalia la pueden hacer contra él que quedó allí, él que quedó
en la cárcel, y no dudo si a estas horas lo han puesto molido a golpes o le han
hecho cualquier atrocidad. Pero
todavía hay más, ese compañero, hermano, amigo, es una de las personas más
destacadas en el grupo católico de los activistas católicos. El es uno de lo que hacen cabeza, y ha tenido líos y ha
sufrido golpeaduras porque los esbirros castristas en una ocasión le
arrebataron un crucifijo y se fajó con ellos y salió mal.
Cada vez que hay pelea con los guardias, el preso la pierde, porque si te
mides con dos y sales regular con dos, vienen cuatro, vienen ocho, vienen
dieciséis.
La verdad, no tengo la fe de él, no soy un hombre que cree mucho.
Pienso que si Dios tiene el poder que debiera tener, Castro no estaría
allí causándole tanto daño a los cubanos.
5. Evidentemente
no hay en la comunidad exiliada una posición uniforme frente al diálogo.
El intenso desacuerdo entre las distintas posiciones ha ocasionado dos
muertos de miembros del Comité de 75, el primero en Puerto Rico y el segundo en
New Jersey. En el primer caso se
trata de Carlos Muñiz Varela, de 26 años de edad, exilado cubano, presidente
de la compañía Varadero Tours, la cual organiza visitas a Cuba de la comunidad
de ese país en Puerto Rico. En el
segundo caso se trata de Eulalio Negrin, de 37 años de edad, director del New
Jersey Cuban Social Club, cuyo objeto era la reunificación de familias cubanas. En marzo pasado explotó una bomba en dicho Club, y el 25 de
noviembre de 1979 Negrin fue asesinado en el momento que bajaba de su auto.
El grupo anti-Castrista Omega Seven se responsabilizó por el asesinato. 6.
La Comisión ha recibido una denuncia sobre la coacción de los presos
políticos con respecto al “diálogo” que dice así: Que
a pesar de las libertades decretadas y del llamado “diálogo”, el Gobierno
de Cuba sigue coaccionando a los presos políticos, obligándoles a hacer
manifestaciones favorables a sus planes políticos de reconciliación con
Estados Unidos, so pena de no ponerlos en libertad. Para ello, miembros del Departamento de Seguridad del Estado
visitan cárceles y campos de concentración, profiriendo amenazas, dictando
textos de cartas o vigilando entrevistas con periodistas extranjeros afines,
preparadas al efecto. Otras formas
de coacción consisten en: a) obligarlos
a responder en una planilla si han recibido asistencia médica; una respuesta
negativa, aunque no hayan recibido dicha asistencia, equivale a un obstáculo
para la libertad; b) forzarlos a
vestir el uniforme de presos comunes; sólo en el Combinado del Este más de 150
se han negado, entre ellos el preso de origen español Odilio Alonso Pernández,
condenado a 30 años de los que ha cumplido 17.
Padece de tumores en la cabeza a consecuencia de las golpizas.
Su libertad, como la del ex-Comandante Eloy Gutiérrez Menoyo, ha sido
solicitada por el Gobierno de España sin haber sido complacido. Que
en la formación de los grupos exiguos que hasta ahora han sido puestos en
libertad, el gobierno de Castro es quien ha determinado la selección y prelación
de los excarcelados, sin tener como pauta ni la salud, ni la edad, ni el
deterioro físico de mujeres y hombres que han cumplido o están al cumplir 20 años
de presión. B.
Los indultos consecuencia del “diálogo”
La Comisión ha recibido informaciones, según las cuales 3.600 presos
políticos han sido indultados, la mayoría durante el año 1979, de acuerdo con
el “diálogo” entre el Gobierno de la República de Cuba y representantes de
la comunidad cubana en exilio. 2. La Comisión toma nota del esfuerzo que ha hecho el Gobierno cubano de mejorar la situación de los derechos humanos y en especial, la liberación de los 3.600 presos políticos. No obstante, la Comisión seguirá tratando de obtener por todos los medios a su alcance la liberación de cerca de 1.000 presos políticos, muchos de los cuales aún permanecen cumpliendo condenas de 30 años. |