Palabras de la Presidenta de la CIDH

para el Acto de Firma del Acuerdo de Cooperación entre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México

 
14 de octubre de 2011

 

Distinguido Señor Ministro Presidente, Juan Silva Meza,

Su Excelencia, Señor Embajador, Joel Antonio Hernández García,

Estimado Colega Comisionado y Primer Vicepresidente de la CIDH, José De Jesús Orozco

Estimados miembros del personal de la Secretaría

Señoras y señores,

 

Es para mi un honor y un gusto poder darle la bienvenida a la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y estrechar los lazos de cooperación entre ambas instituciones ante la distinguida presencia del Embajador de México ante la OEA.

 

El trabajo conjunto con los órganos judiciales de las Américas es sin duda un elemento fundamental para que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos pueda llevar a cabo sus mandatos de protección y promoción de los derechos humanos. Uno de los pilares esenciales del Sistema es el Estado, y dentro del Estado,  los órganos de justicia. Diariamente los Estados democráticos, a través del aparato estatal y de las decisiones emanadas de miles de jueces, protegen los derechos humanos de millones de habitantes del hemisferio y bajo condiciones, muchas veces difíciles, logran brindar una respuesta a quienes han visto afectadas sus libertades fundamentales.

 

La Comisión y la Corte Interamericana fueron creadas para contribuir a la consolidación a nivel regional, de un régimen de libertad personal y justicia social fundado en el respeto de los derechos esenciales de la persona humana. El Sistema Interamericano, que tiene por naturaleza una esencia subsidiaria a los sistemas nacionales de protección, busca apoyar y fortalecer esta protección a los derechos humanos de los habitantes de la región, complementando el rol primordial de los tribunales nacionales.

 

Por eso, el acto hoy nos convoca tiene un carácter muy simbólico e importante. Es un reconocimiento a la necesidad de juntar esfuerzos para trabajar en un mayor acceso a la justicia para quienes la requieren, y es también un reconocimiento del valor que tiene la coordinación y comunicación entre quienes persiguen un mismo objetivo.

 

Estoy convencida que este es solo el inicio de una gran colaboración y me honra inmensamente poder ser parte de este momento.

 

Muchas gracias.