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PALABRAS DEL SEÑOR JUAN E. MÉNDEZ, PRESIDENTE DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS Y RELATOR ESPECIAL DE TRABAJADORES MIGRATORIOS Y MIEMBROS DE SUS FAMILIAS SESIÓN DE TRABAJO COMISIÓN DE ASUNTOS JURÍDICOS Y POLÍTICOS DE LA ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS Washington, D.C., 4 de Abril del 2002 Señor Presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos
y Políticos de la Organización de Estados Americanos, distinguidos
Embajadores y Representantes Permanentes, señoras y señores: Me dirijo a Ustedes con el objetivo de presentar una
breve reseña del trabajo que realiza la Relatoría Especial de
Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y, en particular esbozar los
avances en relación con el programa Interamericano de Promoción de Los
Derechos Humanos de los Migrantes. Parto
por recordar que dicho programa fue una iniciativa impulsada por los Jefes
de Estado y Gobierno durante la Tercera Cumbre de las Américas, efectuada
en abril del año pasado en la ciudad de Québec, Canadá. Como Ustedes
probablemente saben, en dicha oportunidad las máximas autoridades de la
región confirieron un mandato especial a la OEA para el establecimiento
de: "un programa interamericano, en el marco de la OEA, para la promoción
y protección de los derechos humanos de los migrantes, incluyendo a los
trabajadores migrantes y sus familias, tomando en cuenta las actividades
de la CIDH, y apoyando la labor encomendada al Relator Especial sobre
Trabajadores Migrantes de la CIDH y la Relatora Especial para las
Migraciones de las Naciones Unidas." A modo de introducción y con el propósito de explicar
la labor que la CIDH realiza en favor de los trabajadores migratorios y
sus familias, deseo comenzar esta alocución explicando la génesis,
características y actividades de la Relatoría Especial. Dada la enorme
gravitación que la migración ha adquirido en la última década, en
virtud de su amplio mandato de protección en materia de derechos humanos,
la CIDH decidió crear en 1997 la Relatoría Especial de Trabajadores
Migratorios y Miembros de sus Familias. Es importante destacar que la
creación de esta Relatoría refleja el interés de parte de los Estados
por prodigar especial atención a un grupo que, en virtud de su
vulnerabilidad, está especialmente expuesto a violaciones de derechos
humanos. A través de los años, la CIDH ha tenido conocimiento de la
preocupante situación de derechos humanos que afecta a estas personas a
través de visitas in loco,
denuncias que ha recibido sobre violaciones de derechos humanos y la
celebración de audiencias especiales para tratar el tema. Es importante aclarar que, al crear esta Relatoría
Especial, la CIDH delimitó su campo de acción únicamente a los
trabajadores migratorios y sus familias cuando éstos se encuentran en el
extranjero. En tal sentido, la CIDH subrayó que ella no se abocaría al
conocimiento de otras categorías de personas que migran como migrantes
internos, desplazados internos, apátridas, refugiados o solicitantes de
asilo. Sin perjuicio de lo anterior, la CIDH es consciente de la
existencia de principios comunes que se aplican a dichas categorías y que
migrantes internos, refugiados, desplazados internos, apátridas y
solicitantes de asilo pueden en determinadas ocasiones transformarse en
trabajadores migratorios o viceversa. En tales casos, la Relatoría se
ocupa de estas personas en lo referente a su condición de trabajadores
migratorios. La iniciativa de la CIDH de crear una Relatoría
Especial sobre Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias ha
tenido una favorable acogida por parte de los Jefes de Estado de las Américas.
A este respecto, en el Plan de Acción de la Segunda Cumbre de las Américas,
celebrada en Santiago de Chile en 1998, los Jefes de Estado de las Américas
señalaron: "desplegaremos
especiales esfuerzos para garantizar los derechos humanos de todos los
migrantes, incluidos los trabajadores migrantes y sus familias". En relación con el funcionamiento de la Relatoría, se
determinó que el cargo de Relator sería ocupado por uno de los siete
Comisionados que componen la CIDH. Asimismo, se estableció que el Relator
Especial de Trabajadores Migratorios se desempeñe por periodos de cuatro
años. Durante su primer período (1997- 2000), la Relatoría estuvo a cargo del
historiador colombiano Alvaro Tirado Mejía. Posteriormente, durante su
106º período ordinario de sesiones, efectuado en marzo del 2000, la CIDH
me designó en el puesto de Relator Especial.
Para llevar a cabo su labor, el Relator Especial cuenta
con el apoyo de la Secretaría Ejecutiva de la CIDH y de un pequeño
equipo de colaboradores. En la actualidad este equipo está compuesto por
un abogado de la Secretaría de la CIDH que dedica parte de su tiempo a
este tema y un consultor especializado en temas migratorios.
Adicionalmente y aprovechando mi vinculación con la universidad de Notre
Dame, en el último tiempo he involucrado a algunos de mis alumnos y
asistentes de investigación en el trabajo de la Relatoría. La Relatoría Especial de Trabajadores Migratorios
tiene varios objetivos. Entre los más importantes se puede mencionar: (a)
generar conciencia en cuanto al deber de los Estados de respetar los
derechos humanos de los trabajadores migratorios y sus familias; (b)
presentar recomendaciones específicas a los Estados miembros de la OEA
sobre materias relacionadas con la protección y promoción de los
derechos humanos de estas personas, a fin de que se adopten medidas en su
favor; (c) elaborar informes y estudios especializados sobre la situación
de los trabajadores migratorios y sobre temas relativos a la migración en
general; y (d) actuar con prontitud respecto a peticiones o comunicaciones
en donde se señale que los derechos de los trabajadores migratorios y sus
familias son vulnerados en algún Estado miembro de la OEA. La Relatoría
desarrolla estos cuatro objetivos mediante diferentes acciones y
actividades conforme a su mandato y al campo de acción de la CIDH.
Con respecto a la presentación de peticiones, la CIDH
actualmente está conociendo varios casos
de presuntas violaciones
a los derechos humanos de trabajadores migratorios y sus familias en los
países miembros de la OEA. Estos incluyen dos casos contra la República
Dominicana en relación con la expulsión o amenaza de expulsión de
ciudadanos haitianos y dominicanos de origen haitiano, y dos casos en
contra de Costa Rica referidos a la expulsión de ciudadanos nicaragüenses.
En tanto, en diciembre pasado, la CIDH sostuvo una audiencia especial para
tratar un caso contra Estados Unidos relativo a la muerte de inmigrantes
mexicanos y centroamericanos durante el cruce de la frontera
mexicano-estadounidense por lugares no habilitados. La admisibilidad de
este caso está en proceso de estudio. Por otro lado, es importante mencionar que el año
pasado la Corte Interamericana de Derechos Humanos formuló una sentencia
relativa al derecho de nacionalidad en el Perú y que la CIDH aprobó un
informe sobre los ciudadanos de origen cubano que salieron de su país
durante la década de los ochenta en una flotilla procedente del puerto de
Mariel y que fueron detenidas por un tiempo prolongado por las autoridades
estadounidenses. Con el fin de avanzar en los objetivos trazados por la
CIDH, durante mi mandato la Relatoría ha emprendido una serie de
actividades. En relación con la labor de monitoreo sobre la condición de
los trabajadores migratorios y sus familias, así como de temas de interés
general vinculados a la migración, la Relatoría desarrolla varias
acciones. Es importante recalcar que las labores de seguimiento sobre
desarrollos migratorios ayudan a que el equipo de la Relatoría adquiera
una visión más amplia y una mejor comprensión sobre la compleja situación
de los trabajadores migratorios y sus familias en los Estados miembros de
la OEA. Entre sus actividades
de monitoreo, la Relatoría estudia cambios en materia de legislación
migratoria y debates relativos a políticas migratorias en los Estados que
integran la OEA. La Relatoría también dedica tiempo a observar la
evolución del contrabando, conducción y tráfico ilícito de migrantes,
así como las respuestas de los Estados a este creciente problema. Por
otro lado, la Relatoría realiza estudios sobre cómo la difícil situación
económica y política que afecta a varios estados en la región ha
generado presiones migratorias y también afectado de manera negativa el
tratamiento que reciben los trabajadores migratorios y sus familias en
algunos países. La Relatoría
también sigue con mucha atención e interés los cambios en materia de
legislación y práctica de control migratorio ocurridos en las Américas
como consecuencia de los ataques terroristas en Nueva York y Washington DC
de septiembre último. Como parte de las actividades relativas a su mandato,
la Relatoría también establece contactos con gobiernos para llevar a
cabo visitas in loco. Estas
visitas revisten mucha importancia, dado que permiten observar en el
terreno las condiciones de los trabajadores migratorios. En este sentido,
entre el 19 y el 21 de noviembre de 2001, con instrucciones del Relator y
apoyo de la Secretaría Ejecutiva de la CIDH,
dos integrantes del equipo de la Relatoría visitaron Costa Rica
con el objetivo de recabar información sobre la situación de los
trabajadores migratorios. La Relatoría escribió un completo informe que
recientemente fue enviado al Estado para recibir comentarios y sugerencias.
Dicho informe – junto a los comentarios del Estado -- se insertará en
nuestro próximo informe anual. Entre
tanto, me complace destacar el amplio espíritu de cooperación con que el
ilustrado Gobierno de Costa Rica recibió a mis colaboradores. Hace un par de semanas, en tanto, respondiendo a una
invitación del gobierno de Guatemala, junto a mi equipo visité ese país
por espacio de seis días. Durante esta misión,
mis colaboradores y yo tuvimos la oportunidad de reunirnos con
funcionarios de gobierno y representantes de organismos
intergubernamentales y de la sociedad civil que desarrollan acciones a
favor de los trabajadores migratorios y sus familias. La Relatoría
elaborará un completo informe sobre la situación de los trabajadores
migratorios en Guatemala y presentará recomendaciones al gobierno
guatemalteco, así como a organizaciones intergubernamentales y entidades
de la sociedad civil que interactúan con esta población. Por otro lado,
me es grato informar que la Relatoría ha convenido con el gobierno de México
la realización de una visita durante el próximo mes de mayo. Como
parte de su gestión, la Relatoría también participa regularmente en
conferencias y foros intergubernamentales en donde se discuten problemas
relativos a la migración. En este sentido, cabe destacar que la CIDH
participa en calidad de observador en la Conferencia Regional de
Migraciones (CRM), un foro intergubernamental compuesto por 11 países que
incluye a Belice, Canadá, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador,
Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Estados Unidos. Me
parece importante reiterar que la asistencia a foros intergubernamentales
sobre temas migratorios como el recién mencionado permite a la Relatoría
hacer importantes contactos y recabar valiosa información y desarrollar
relaciones de trabajo con los funcionarios responsables en cada Estado de
la política migratoria. En relación con el desarrollo de vínculos
institucionales con organismos intergubernamentales y entidades de la
sociedad civil que trabajan a favor de los trabajadores migratorios, el
equipo de la Relatoría sostiene reuniones y contactos con diversas
organizaciones dedicadas a estudiar y monitorear el fenómeno migratorio
en las Américas. Dichos encuentros sirven como marco para el desarrollo
de actividades conjuntas y el intercambio de información tendientes a
apoyar iniciativas destinadas a asegurar el bienestar y el respeto de los
derechos fundamentales de los trabajadores migratorios y sus familias.
Entre las organizaciones con las que la Relatoría ha sostenido encuentros
es posible mencionar la Organización Internacional para las Migraciones (OIM),
el Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) así como organizaciones
de la sociedad civil como la Red Regional de Organizaciones Civiles para
las Migraciones (RROCM). La Relatoría también dedica parte de su tiempo a
labores de investigación. En sus dos últimos informes anuales la Relatoría
ha incluido capítulos sobre varios temas relativos a la migración y a la
protección y garantía de los derechos humanos de los trabajadores
migratorios y sus familias. En el último año, por ejemplo, mi equipo
investigó temas como el impacto económico de las migraciones y problemas
relativos a la conducción, contrabando y tráfico de migrantes. Estos
reportes se han incluido en los informes anuales de la Relatoría. A este
respecto, me parece importante precisar que la CIDH ha considerado
necesario realizar informes de progreso anuales sobre diferentes aspectos
del fenómeno migratorio desde una perspectiva de los derechos humanos. Se
ha optado por esta modalidad en lugar de presentar un informe único sobre
la situación de estas personas en la región, ya que un reporte de tales
características sería difícil de realizar dada la dimensión y
complejidad del problema y, sobre todo, los recursos con los que cuenta la
Relatoría. La Relatoría espera que con sus informes anuales el análisis
y la discusión del fenómeno migratorio se vean enriquecidos y que
contribuyan a generar conciencia sobre la importancia del fenómeno
migratorio en las Américas y sobre el deber de los Estados de respetar y
garantizar los derechos humanos de los trabajadores migratorios y sus
familias. Tras haber brindado un breve resumen de las labores y
objetivos de la Relatoría, me gustaría dedicar el resto de mi alocución
a relatar los progresos realizados en relación con el Programa
Interamericano de Promoción y Protección de los Derechos Humanos de los
Trabajadores Migratorios y sus Familias. Recogiendo la inquietud de los
gobernantes de los Estados miembros de la OEA, la Relatoría se ha abocado
a planificar cómo llevar a cabo el mencionado programa y a diseñar
algunas de sus posibles actividades. Nuestros planes contemplan la
realización de seminarios de capacitación sobre derechos humanos, la
celebración de conferencias para discutir temáticas relativas a la
migración y la publicación de informes sobre diversos temas que den
cuenta de la situación de los trabajadores migratorios en las Américas. Aspiramos
a que los debates así generados resulten en propuestas concretas de
nuevos estándares de protección de los derechos de los trabajadores
migratorios, a ser promulgados tanto en el derecho interno como en el
plano internacional. En este sentido, durante el presente año la Relatoría
sostuvo reuniones con representantes de la OIM para estudiar la
posibilidad de organizar un programa conjunto de actividades de promoción
y educación enmarcado en el Programa Interamericano de Promoción y
Protección de los Derechos Humanos de los Migrantes. Es importante señalar
que en el año 2000, la CIDH y la OIM firmaron un acuerdo marco de
cooperación. Para debatir
los contenidos del posible Programa Interamericano de Promoción,
representantes de la OIM viajaron el pasado mes de enero a la sede de CIDH
en Washington para sostener conversaciones con la Secretaría Ejecutiva de
la CIDH y con el Relator Especial de Trabajadores Migratorios. Como parte
de estas tratativas, la CIDH está estudiando la factibilidad de
realizar seminarios y talleres de capacitación en materia de
protección de derechos humanos a funcionarios gubernamentales y a
miembros de la sociedad civil que se vinculan con trabajadores migratorios
y sus familias. Los talleres no sólo buscan sensibilizar a funcionarios
gubernamentales y a miembros de la sociedad civil sobre la condición de
los trabajadores migratorios, sino también ofrecer información y
capacitación para que estas personas desempeñen sus funciones de forma
eficiente y en un marco de respeto a los derechos humanos.
Asimismo, en diciembre pasado miembros de mi equipo se
reunieron con representantes del Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE)
de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) para
trabajar en la preparación de un seminario hemisférico sobre migración
y derechos humanos. La actividad tentativamente se llevará a cabo el próximo
mes de septiembre en la sede de CEPAL en Santiago de Chile, y contará con
el concurso, en calidad de co-organizadores, de la OIM, del Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y de la Oficina de la Alta
Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. A ella asistirán
destacados expertos en materia migratoria y derechos humanos de Norte, Sur
y Centro América y del Caribe. Por intermedio de la Relatoría, la CIDH
ha comprometido su participación. Por
otro lado, la Relatoría ha sostenido conversaciones preliminares con el
Programa de Derechos Humanos de la Universidad de Chicago para participar
en un proyecto de investigación que vinculará derechos humanos, migración
y desarrollo económico. Las discusiones apuntan a la celebración de
conferencias y a la publicación de estudios relativos al tema. Del mismo
modo, como parte de los esfuerzos de publicar informes y estudios sobre
migración, la Relatoría llegó a un acuerdo con la Facultad de Derecho
de la Universidad de Vilanova, Estados Unidos, para desarrollar un estudio
conjunto sobre legislación comparada en materia migratoria. La Relatoría
considera que es importante involucrarse en discusiones académicas sobre
el fenómeno migratorio a modo de incluir diferentes ópticas de este
complejo problema. Un análisis riguroso sobre este problema sin duda podría
contribuir al diseño y puesta en práctica de políticas públicas que
garanticen y protejan los derechos de los trabajadores migratorios en las
Américas. Pensamos que este esfuerzo podría eventualmente formar parte
del Programa Interamericano
de Promoción y Protección de los Derechos Humanos de los Migrantes. La Relatoría espera estar en condiciones de ofrecer
una propuesta más detallada y completa sobre un Programa Interamericano
de Promoción de los Derechos de los Migrantes en los meses próximos. A modo de cierre, quisiera aprovechar la oportunidad de
vuestra presencia para solicitar por vuestro intermedio apoyo para las
labores que realiza la Relatoría. Desafortunadamente, pese al interés
expresado por los Estados miembros de la OEA en promocionar actividades
tendientes a mejorar la situación de los trabajadores migratorios, como
el ya mencionado Programa Interamericano de Promoción, el desarrollo de
nuestro trabajo se ha visto seriamente mermado por falta de apoyo
financiero. En este sentido, hasta el año pasado las actividades
desarrolladas por la Relatoría se solventaron sólo gracias a una pequeña
contribución del fondo general de la OEA y a un aporte de 50 mil dólares
del gobierno de México al fondo voluntario instituido por la CIDH al
crearse la Relatoría. Este año
la Relatoría obtuvo recursos a través de una nueva donación de 25 mil dólares
del gobierno de México, y tiene bien encaminadas gestiones para obtener
apoyo económico por parte de la Fundación Ford. A pesar de estas
contribuciones, para poder proseguir con su labor la Relatoría requiere
de nuevos aportes financieros por parte de los Estados miembros de la OEA.
La contribución de los Estados al fondo voluntario de la Relatoría
establecido por la Secretaría Ejecutiva es vital para promover un
Programa Interamericano de Promoción y Protección de los Derechos
Humanos de los Trabajadores Migratorios.
Además, la diversidad de aportes, aunque se tratara de pequeñas
contribuciones, ayudaría en mucho a conferir legitimidad y aceptación a
ese Programa Interamericano y a todas las tareas de la Relatoría.
En este sentido, me parece importante recalcar que han sido
justamente los Estados quienes han encomendado a la CIDH la creación de
dicho programa y que sin apoyo financiero emprender este importante
proyecto será extremadamente difícil. Dada esta situación, me permito
hacer un llamado a los embajadores y representantes aquí presentes para
que realicen gestiones ante vuestros respectivos gobiernos sobre la
imperiosa necesidad que tiene la Relatoría de recibir nuevos recursos
para desarrollar su labor y para llevar a cabo el ya mencionado Programa
Interamericano de Promoción y Protección de los Derechos Humanos de los
Trabajadores Migratorios. Por vuestra consideración, muchísimas gracias. Juan E. Méndez
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