DISCURSO DEL COMISIONADO CLARE K. ROBERTS,

PRESIDENTE DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, EN LA CEREMONIA DE ENTREGA POR PARTE DEL GOBIERNO DE BRASIL

DE UNA DONACIÓN PARA LA RELATORÍA ESPECIAL

DE AFRO-DESCENDIENTES Y CONTRA LA DISCRIMINACIÓN RACIAL

 

Washington, D.C.

28 de febrero de 2005

 

Excelencia:

 

Tengo el grato placer de participar en esta ceremonia que simboliza el inicio de la Relatoría Especial sobre los Derechos de los Afrodescendientes, y contra el Racismo.  Me causa enorme orgullo representar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en esta oportunidad, ya que se demuestra que dicho órgano puede responder a los requerimientos de las personas que depositan en ella su confianza.  Debo mencionar los esfuerzos de muchas organizaciones no gubernamentales, pero a la vez destacar que el liderazgo e impulso para crear esta relatoría ha venido del Gobierno  de Brasil.  En la fecha el Gobierno de Brasil ha avanzado un paso más al presentar un cheque con fondos que permitirán financiar el primer año de actividades de la nueva Relatoría.  Otra razón de mi alegría es que la CIDH tuvo a bien designarme como el primer Relator Especial de los Afrodescendientes y contra el Racismo.

 

Los afrodescendientes de las Américas han sufrido el racismo y la discriminación racial a través de la historia.  A través de las últimas décadas, la invisibilidad de este grupo de la población, sumada a la falta de información sobre su situación, condujo a una serie de iniciativas realizadas   por organizaciones no gubernamentales, académicos y órganos internacionales, con el fin de documentar la realidad de los afrodescendientes y las causas y consecuencias de su exclusión.

 

En particular, en el área de protección internacional de los derechos humanos, la Conferencia Regional Preparatoria de la Conferencia Mundial contra la Discriminación Racial, el Racismo, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia que tuvo lugar en Santiago de Chile, motivó a los gobiernos de las Américas a avanzar de manera sustantiva hacia el establecimiento de un marco conceptual para elevar la visibilidad de los afrodescendientes, reconocer la persistencia de estos problemas que afectan de manera específica a la población afrodescendiente, y al mismo tiempo establecer una guía para luchar contra la exclusión social y la discriminación racial en nuestra región.

 

En la Declaración y Plan de Acción de Chile los Estados reconocieron que la identidad de las Américas no puede desvincularse de su naturaleza multiétnica, multicultural y pluralista.  Asimismo, reconocieron que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia siguen causando sufrimiento, desventaja y violencia.  Los Estados expresaron su voluntad de duplicar esfuerzos y  reafirmaron su compromiso de erradicar estos problemas a fin de mejorar el bienestar humano, promover sociedades más inclusivas y participativas, y erradicar la pobreza.

 

Las cuestiones de eliminación de la discriminación y la promoción de la igualdad plena son fundamentales para la Comisión Interamericana.  La experiencia de este órgano en casos individuales y en visitas de investigación in loco, ha demostrado de manera conclusiva que en los países donde persiste la distribución inequitativa  de riqueza, los afrodescendientes conforman el grupo más afectado.[1]  Esta Relatoría tiene un arduo trabajo por delante, pero éste será exitoso gracias a un apoyo continuado de Brasil y otros Estados miembros de la OEA, las ONGs y organismos internacionales.

 

Fue precisamente en consideración de lo anterior que la comisión Interamericana decidió crear la Relatoría Especial sobre los Derechos de los Afrodescendientes y con contra la Discriminación Racial, con el mandato de estimular, sistematizar, fortalecer y consolidar la acción de la CIDH en esta materia. Al respecto, los objetivos principales de la Relatoría Especial incluirán el trabajo con los Estados miembros de la OEA para los siguientes propósitos:  generar conciencia del deber de los Estados de respetar los Derechos humanos de los afrodescendientes y trabajar hacia la eliminación de todas las  formas de discriminación racial; analizar los desafíos que enfrentan actualmente los países de la región en esta área, formular recomendaciones para superar los obstáculos e identificar y compartir las buenas prácticas de la región respecto a esta materia; observar y ofrecer asistencia técnica cuando fuera requerida por los Estados miembros para la implementación de las recomendaciones sobre derecho y práctica en el ámbito interno.

 

La Comisión Interamericana expresa su inmensa gratitud al Gobierno brasileño, no solamente por esta contribución sino además por el liderazgo ejercido para traer la discusión política de esta situación a la OEA, y por el impulso de iniciativas concretas.  Asimismo, la CIDH reitera su compromiso de cooperar con otras iniciativas enfocadas hacia el progreso de los Derechos humanos de los afrodescendientes, en particular con la creación de una Convención Interamericana contra la Discriminación Racial.  En este sentido, el Viceministro, el Gobierno de Brasil y la Comisión comparten la misma visión.

 

Muchas gracias.


 


[1] ICHR, Report on the Human Rights Situation in Ecuador, Chapter X, OAS/Ser.L/V/II.96 Doc 10rev. 1, 04/24/97.