COMUNICADO DE PRENSA

 

Nº 32/07

 

LA RELATORÍA SOBRE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD CONCLUYE SU VISITA A LA REPÚBLICA DE HAITÍ

 

Port-au-Prince, 21 de junio de 2007 – El Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Relator sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad en las Américas, Comisionado Florentín Meléndez, realizó una visita a la República de Haití por invitación del gobierno de ese país del 17 al 20 de junio de 2007. La Comisión desea expresar su agradecimiento al Gobierno y pueblo haitianos por su cooperación, facilidades y hospitalidad durante el transcurso de la visita, así como a las organizaciones no gubernamentales haitianas y a las organizaciones internacionales por la información y la cooperación proporcionada.

 

La visita tuvo por objetivo recibir información y observar la situación de las personas privadas de libertad en determinados centros de detención de Port-au-Prince. La Relatoría de la CIDH se reunió con el Ministro de Justicia y Seguridad Pública, el Jefe de Gabinete del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, el Director del Departamento de Administración Penitenciaria y funcionarios penitenciarios, el Jefe de la Sección de Derechos Humanos de la MINUSTAH, representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja y de organizaciones internacionales, y miembros de la sociedad civil haitiana que trabajan en temas relacionados con las personas privadas de libertad, migración y trata de personas. Asimismo, la Relatoría de la CIDH visitó la Penitenciaría Nacional, la Comisaría de Delmas, la Cárcel de Menores de Delmas y la Prisión de Mujeres de Pétion-Ville.

 

En primer lugar, la Relatoría de la CIDH sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad en las Américas reitera que comprende que la situación de las personas privadas de libertad en Haití es producto de muchos años de inacción del Estado, y por lo tanto, valora los esfuerzos que realiza el actual gobierno, así como su reconocimiento de la problemática penitenciaria. En ese sentido, la Relatoría de la CIDH exhorta el Estado y la comunidad internacional a priorizar el tema de las prisiones y la necesidad de garantizar condiciones de vida dignas para las personas privadas de libertad.

 

A pesar de los esfuerzos existentes, la Relatoría de la CIDH observa con suma preocupación los persistentes altos números de personas en detención preventiva por periodos prolongados, que en muchos casos exceden las posibles condenas por los crímenes que se les imputan. Según las últimas estadísticas de la Dirección de Administración Penitenciaria, al mes de junio de 2007, el 84% de la población carcelaria haitiana no había sido juzgada ni acusada formalmente. Al respecto, hay que resaltar que en los casos observados por la Comisión en la ciudad de Port-au-Prince, el porcentaje de las personas presas sin condena llega a 98% en el caso de los niños privados de libertad en la Cárcel de Menores de Delmas; 95% en el caso de las mujeres privadas de libertad en la Prisión de Pétion-Ville; y 96% en el caso de las personas privadas de libertad en la Penitenciaría Nacional.

 

La Relatoría de la CIDH también está particularmente preocupada por el creciente problema de superpoblación y hacinamiento. La Relatoría ha observado que la población carcelaria en 17 cárceles de Haití aumentó de 2.586 a 6.047 personas entre julio de 2005 y junio de 2007. Este escenario de superpoblación crea condiciones inhumanas que resultan en un grave peligro para la seguridad y la integridad física de las personas privadas de libertad y agrava la situación de inseguridad de la población en general.

 

Durante la visita, la Relatoría de la CIDH observó el estado de deterioro de las instalaciones visitadas, la absoluta precariedad de las condiciones sanitarias y de alojamiento, la falta de acceso a agua potable y atención médica. Específicamente, en la Comisaría policial de Delmas la Relatoría de la CIDH observó que mujeres, hombres y niños compartían las celdas, sin agua, comida o cualquier otro servicio básico. Aunque las celdas de esta Comisaría están diseñadas para detener a individuos por el período constitucional de 48 horas, algunas de las personas privadas de libertad llevaban allí varias semanas, sin haber sido presentadas ante un juez y sin saber qué cargos les eran imputados. El Relator de la CIDH también se mostró alarmado por la situación deplorable de la Penitenciaría Nacional, caracterizada por un hacinamiento sin precedentes, agravado por la antigüedad y la precariedad de la infraestructura y las condiciones sanitarias, la ausencia de agua potable y de atención médica apropiada, lo cual ha resultado incluso en frecuentes muertes de personas privadas de libertad en dicha penitenciaría.

 

La Relatoría de la CIDH enfatiza que las condiciones de detención anteriormente mencionadas afectan de manera especialmente grave a los niños privados de libertad. En su visita al Centro de Detención de Delmas, la delegación observó la presencia de niños de incluso seis años de edad guardando prisión. Al respecto, la Relatoría de la CIDH urge al gobierno haitiano a hacer efectivo el interés superior del niño garantizando que los niños en conflicto con la ley sean privados de libertad en centros de rehabilitación y no en establecimientos carcelarios, bajo el cuidado de personal especializado y con posibilidad de contacto familiar, y que su privación de libertad sea decidida como último recurso, por el periodo mínimo necesario, y en casos estrictamente excepcionales.

 

Algunas personas entrevistadas por la Relatoría de la CIDH indicaron haber sido objeto de arrestos en sus residencias, sin mandato judicial, u objeto de arrestos colectivos por personal militar, sin seguir los procedimientos básicos de un debido proceso legal y sin respetar los estándares internacionales de derechos humanos.

 

La Relatoría de la CIDH expresa su profunda preocupación por el abandono del sistema de la justicia penal en su conjunto respecto a la situación de las personas privadas de libertad, que en su mayoría no tienen abogado ni conocen su situación jurídica, lo que efectivamente imposibilita su acceso a las garantías judiciales y a la protección judicial. En este sentido, la Relatoría de la CIDH destaca que dada la gravedad de las situaciones identificadas, es necesario tomar medidas inmediatas relacionadas con la supervisión judicial de la detención preventiva por períodos prolongados, y la revisión sobre la situación jurídica de las personas privadas de libertad, garantizando su derecho a la defensa y a las garantías judiciales; la adecuación y mejora de la infraestructura penitenciaria y tomando en cuenta la necesaria cooperación internacional; y la creación o definición de mecanismos de control de la legalidad de los arrestos.

 

Por último, la Relatoría de la CIDH reafirma el compromiso expresado por el Presidente de la Comisión Florentín Meléndez durante la visita con miras a hacer el seguimiento de situación en Haití, y su interés en emprender mayores esfuerzos, en conjunto con la comunidad internacional, a fin de contribuir con el fortalecimiento de las instituciones democráticas haitianas, en particular en materia de asesoramiento técnico en derechos humanos.