COMUNICADO DE PRENSA

Nº 29/05

 

LA CIDH EXHORTA LA AD0PCIÓN DE MEDIDAS INMEDIATAS

 PARA REPRIMIR LA VIOLENCIA SIN PRECEDENTES EN HAITÍ

 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reitera su grave preocupación por la continua escalada de violencia registrada en Haití y exhorta al Gobierno de Haití que, en coordinación con la comunidad internacional, adopte medidas inmediatas para prevenir la violencia de conformidad con los estándares internacionales de derechos humanos y restaurar la seguridad en Puerto Príncipe y en todo el país. La preocupación de la Comisión es especialmente urgente pues luego de más de 30 años de vigilar la situación de los derechos humanos en Haití, rara vez se ha observado una situación de deterioro como la que se registra actualmente en ese país, donde los residentes de algunas zonas de Puerto Príncipe han sido mantenidos cautivos de la desenfrenada intimidación y violencia de las pandillas armadas, sin contar con la protección efectiva del Estado o de la comunidad internacional.

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Como se señaló en el reciente comunicado de prensa No. 22/05, lo cual fue confirmado durante la visita de trabajo que se realizó a Haití del 11 al 15 de julio de 2005, la Comisión está sumamente preocupada con la violencia diaria concentrada en la capital, Puerto Príncipe, la cual, desde septiembre de 2004, ha causado la muerte de aproximadamente 700 personas, incluidos más de 40 oficiales de policía. El Hospital Saint Joseph,  que recibe a muchos de los pacientes de los barrios afectados, ha reportado 865 heridos de bala desde diciembre de 2004, de los cuales 200 fueron registrados en junio de 2005. Aproximadamente el 75% de estas víctimas fueron mujeres y niños, algunos de los cuales son utilizados como escudos humanos por las pandillas armadas durante los enfrentamientos con la Policía Nacional de Haití y las fuerzas internacionales. Muchos de los incidentes han ocurrido en barrios de Puerto Príncipe, comúnmente designados como ‘zones de non-droit’, donde no se encuentran ni la Policía Nacional de Haití ni las tropas de las Naciones Unidas encargadas de mantener la paz, y donde las pandillas tienen el control exclusivo de estas zonas. En consecuencia, las condiciones actuales en estas áreas no permiten que los defensores de los derechos humanos monitoreen la situación o presten asistencia a las víctimas y tampoco hay condiciones que permitan el acceso de la asistencia médica adecuada, lo cual exacerba más aún el peligro de la situación bajo la cual viven miles de haitianos, lo cual causa el desplazamiento de una gran cantidad de habitantes de las zonas afectadas. Además, estas zonas han funcionado como centros de operación para secuestros perpetrados en otras partes de la ciudad. Si bien la Policía Nacional de Haití y las fuerzas de paz de las Naciones Unidas han llevado a cabo operaciones aisladas en Cité Soleil y en otros lugares, estos esfuerzos no han sido suficientes para lograr el control de estas áreas y reprimir la violencia y proteger efectivamente las vidas de los civiles.

 

La Comisión continúa particularmente preocupada con la ola de secuestros, y con los múltiples incidentes que ocurren a diario. Si bien en algunos casos se liberan las víctimas a cambio de pagos en efectivo, cada vez son más numerosos los informes de casos de víctimas que sufren abuso físico, tortura y violación durante su secuestro. Hasta la fecha, el Estado no ha podido capturar, enjuiciar y penar a los perpetradores de estos crímenes, lo cual ha contribuido a un clima de mucho temor e intimidación en Puerto Príncipe así como a una prolongada crisis de impunidad que ha plagado a este país.

 

La Comisión condena en particular el ataque perpetrado contra el conocido periodista Jacques Roche, quien fue secuestrado el 10 de Julio de 2005, y luego torturado y asesinado por sus secuestradores. La información disponible sugiere que estos actos fueron perpetrados en represalia por las actividades que realizaba Roche como periodista y comentarista de televisión. La Comisión condena tales ataques y los actos de intimidación que se cometen en contra de periodistas y defensores de los derechos humanos, y exhorta al Estado a garantizar efectivamente el derecho a la vida, el derecho a un trato humano y el derecho a la libertad de expresión consagrados en la Convención Americana.

 

          Ante estas graves circunstancias, la Comisión reitera su llamado para que se adopten medidas inmediatas y decisivas, congruentes con las normas del derecho internacional humanitario, para contener la violencia con el fin de proteger efectivamente la vida y la integridad física de los haitianos y de otros residentes en Haití y para asegurar las próximas elecciones legislativas y presidenciales en el país para que se realicen en un ambiente libre de temores e intimidación.

 

 

Washington, D.C., 22 de julio de 2005